Race of Champions 1979: Villeneuve se impone a Piquet tras un espectacular duelo con Andretti

A lo largo de tres décadas, la Race of Champions de Brands Hatch fue uno de los eventos más importantes del año para el automovilismo británico. Se trata de una cita que inició su historia en 1965 con la Fórmula 1 hasta su última edición de 1983. En 1979, esta carrera vivió uno de sus momentos más interesantes con una mezcla de coches de dos campeonatos de Fórmula 1 distintos en un año de cambio en el que el efecto suelo empezaba a imponerse. La victoria fue para Gilles Villeneuve, que se llevó así su único triunfo en una carrera no puntuable de la categoría reina. Para el canadiense, sería el mejor momento de su carrera deportiva, al obtener un tercer éxito consecutivo tras ganar los Grandes Premios de Sudáfrica y Estados Unidos Oeste. La de Brands Hatch fue su cuarta victoria de un total de siete al volante de un coche de Fórmula 1, por delante de Nelson Piquet y Mario Andretti, con quien tuvo un fantástico duelo.

En realidad, la carrera debía haberse disputado el 18 de marzo, casi un mes antes de la fecha final (15 de abril), pero las atroces condiciones atmosféricas forzaron la suspensión y el retraso de la misma. Curiosamente, más allá de tener como invitados a varios pilotos mundialistas, la Race of Champions de 1979 contó también para el Campeonato británico de Fórmula 1, con trece de los veinte participantes sumando puntos para dicho certamen. El motivo era que esta competición tenía prevista una carrera en Brands Hatch el lunes 16 de abril, mientras que la Race of Champions había pasado a estar prevista para el 14. Puesto que la segunda carrera de la temporada británica había tenido lugar el día 13 en Oulton Park, se acordó correr el domingo 15 para permitir que todos los participantes pudieran estar en pista y crear una carrera más razonable, pues siete coches del mundial solos no habrían atraído demasiado público.

El problema, claro estaba, era que el mundial había estado la semana anterior en Long Beach, por lo que muchos equipos simplemente no disponían de sus coches. Así, a pesar de correr todos juntos, los pilotos de los equipos del Campeonato del mundo tomaban parte en la carrera pero no contaban para sumar puntos. Por ende, los seis primeros clasificados de la ‘Fórmula Aurora’ serían considerados como tal en la carrera, ignorando en cierta forma la presencia de siete coches que en realidad eran claramente superiores. Se decidió que para separar a unos de otros, en parrilla la octava casilla estaría vacía, con los siete F1 mundialistas por delante y los trece británicos por detrás. Solución sencilla que realmente no tenía demasiado sentido pues en carrera las posiciones podían fácilmente mezclarse.

La carrera fue un homenaje para Gunnar Nilsson, el popular sueco que había fallecido en 1978 tras perder la batalla contra el Cáncer. Por ello, una gran parte de los equipos del Campeonato del Mundo habían aceptado la invitación para la fecha inicial, aunque varios de ellos no pudieron acudir a la segunda fecha por logística. Quedaron fuera James Hunt (Wolf), Hans-Joachim Stuck (ATS), Derek Daly (Ensign), Clay Regazzoni (Williams) y Arturo Merzario (Merzario). Quizás por eso se acabaría organizando el Gunnar Nilsson Memorial Trophy en Donington, en el que unos pocos coches se batieron en un duelo de contrarreloj. Solo hubo cinco participantes, con Alan Jones llevándose la ‘victoria’ por delante de James Hunt y Mario Andretti. Nelson Piquet y Rupert Keegan cerraron la clasificación.

En cuanto a los aspectos técnicos del fin de semana, las carreras no puntuables suelen tener puntos diferenciadores con respecto a las que sí son válidas para el Campeonato del Mundo. En esta ocasión, Good Year decidió traer para la carrera un compuesto más blando de lo habitual, con mucho más agarre pero menos vida útil al ser esta una carrera a 170 kilómetros en lugar de los habituales 300 de una carrera del mundial. Por otra parte, el circuito británico debía ser escenario del debut de dos monoplazas potencialmente interesantes como el Lotus 80 y el Brabham BT48. Por su parte, Ferrari inscribió solo a un coche para Gilles Villeneuve, con la particularidad de ser un 312 T3 del año anterior con faldones instalados para convertirse en un coche con efecto suelo… aunque fuera rudimentario.

El de Villeneuve era uno de los siete coches del mundial, junto al Lotus de Andretti, los Brabham de Piquet y Lauda, el McLaren de Watson, el Shadow de De Angelis y el Arrows de Mass. Junto a ellos había trece pilotos del campeonato británico, destacando en el anecdotario la participación del Chevron B41 que había sido construído a mano por el fundador de la marca, Derek Bennett. La única unidad del coche no estaba terminada cuando este falleció y participó en el campeonato británico de Fórmula 1, jamás llegando a pisar una carrera del mundial. En esta ocasión, el piloto era Tiff Needell. Junto a ellos estaban también los ‘cocos’ del certamen británico, como Rupert Keegan en un Arrows A1, Desiré Wilson y Gordon Smiley con los Tyrrell 008 de Melchester Racing o Emilio de Villota en el Lotus 78 de Madom. También compitió el as italiano del motociclismo, Giacomo Agostini, que estaba en pleno desarrollo de su carrera en las cuatro ruedas.

La demostración de la superioridad de los siete pilotos inscritos provenientes del mundial llegó con las sesiones clasificatorias, en las que estos siete ‘invitados’ ocuparon las siete primeras posiciones, todos ellos por debajo del minuto y veinte segundos. Incluso Watson con el poco competitivo McLaren logró batir a Keegan, el hombre de la ‘pole Aurora’. Por delante, Andretti logró la pole position en el Lotus 79, pues no pudo rodar apenas en el nuevo y esperado 80 por problemas en el cambio. Segundo fue Lauda, con Villeneuve y Piquet en segunda fila por delante de Mass y De Angelis. Por su parte, De Villota era duodécimo, cuarto entre los coches del campeonato británico. Por detrás, Gerd Biechteler no llegó a marcar ningún tiempo, de manera que no pudo clasificarse y quedó automáticamente fuera de la parrilla.

No sería el único piloto en quedarse fuera de combate, puesto que Dave Kennedy no pudo tomar la salida de la carrera por problemas en el cambio de su Theodore, reduciendo el número de participantes a dieciocho antes incluso de darse la bandera verde. En la salida, Lauda se situó en cabeza y empezó a marcar el ritmo, escapándose varios segundos por delante de Villeneuve y Andretti, que desde la pole había caído al tercer puesto. En la vuelta 8, el grupo de cabeza era de cuatro pilotos, con Lauda defendiéndose de Villeneuve, Andretti y Piquet. Por su parte, Watson lo pasaba mal para mantenerse por delante de los coches del campeonato británico. En la parte alta, Lauda se vio obligado a pasar por boxes, cediendo la primera posición a un Villeneuve que se fue largo en Hawthorn y permitió que le superara Andretti.

Piquet paró en la vuelta once, aparentemente quedando fuera de la lucha por la victoria. Mientras tanto, Villeneuve y Andretti comenzaron una bonita pelea, con Mass tercero en el Arrows aunque bastante más lejos. El duelo por la victoria duró hasta la vuelta 28, cuando Villeneuve completó una espectacular maniobra por el interior de Paddock Hill que le valió el primer puesto. El canadiense tenía mucho mejor ritmo y empezó a escaparse, mientras Andretti perdía toda su ventaja frente a Piquet, que con neumáticos más frescos iba acercándose peligrosamente. Por su parte, Lauda había parado una segunda vez y estaba más atrás. A poco para el final, el brasileño acabó alcanzando a Andretti y le superó. De esta forma, Gilles Villeneuve cruzó la línea de meta en primera posición con catorce segundos de ventaja sobre Nelson Piquet, segundo.

Mario Andretti completó el podio en tercera posición, por delante de Jochen Mass y Niki Lauda. Elio de Angelis fue sexto, mientras John Watson tuvo que retirarse por problemas en la caja de cambios tras solo 18 vueltas. En lo que respecta a los coches del campeonato Aurora británico, Guy Edwards fue séptimo y se llevó la victoria por delante de Bernard de Dryver, con Desiré Wilson en el podio. Emilio de Villota tuvo que retirarse por culpa de una rotura de motor a seis vueltas del final. Al español aún le esperaba su mayor éxito en Fórmula 1 en 1980. En cuanto a la Race of Champions, no volvió a disputarse hasta 1983 en la que sería la última carrera no puntuable de la historia de la Fórmula 1. Por su parte, el Campeonato del Mundo estaba a punto de entrar en un periodo de luchas internas que generarían varias carreras no puntuables no previstas…

Race of Champions 1979 – Brands Hatch

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