Seguramente ha sido una semana con muchos más sinsabores que alegrías a pesar de esa gran victoria de etapa cosechada en el recorrido entre Al Artawiyah y Al Qaysumah, sin embargo, Carlos Sainz no ha desperdiciado ni un ápice de su sentido del humor. El madrileño volvía a encajar este viernes más de 41 minutos cedidos respecto a Orly Terranova tras volver a experimentar problemas en uno de sus amortiguadores y después de perder una rueda en el desierto y tener que ir a buscarla.
“Otra etapa dura, a los 40 kilómetros ya noté algo raro, esta vez un problema al montar ayer deprisa y corriendo las piezas nuevas, nos hemos quedado sin aceite en el amortiguador, tuve que esperar a Peterhansel para cambiarlo y luego polvo, polvo, polvo y es imposible adelantar… y al final hasta perdí una rueda, pero bueno pudimos acabar la etapa”. Evidentemente los problemas en la suspensión no eran nada nuevo, pero sí que era llamativo el ver cómo mencionaba que había perdido una rueda durante el recorrido e incluso dejó entrever que les había costado mucho recuperarla.
¿Cómo pierdes una rueda en el desierto y después no la puedes volver a recuperar? Evidentemente en una competición de rally-raids, cuando se rueda a fondo, las velocidades puntas, aunque limitadas por seguridad a través del reglamento (170 km/h para los Grupos T1 y T2), suponen que de tener un problema con una rueda mal fijada o en los espárragos, esta puede llegar a salirse del buje y alcanzar una gran velocidad.
Things that can happen in the desert!! 😅
–@audisport #Carlossainz pic.twitter.com/d70PyiFRKp
— Carlos Sainz (@CSainz_oficial) January 7, 2022
Eso es precisamente lo que le ha sucedido a Sainz y Lucas Cruz hoy, los cuales observaban atónitos cómo la rueda de la parte izquierda los sobrepasaba a gran velocidad y esta se alejaba hasta casi perderse en el horizonte después de rebotar en un montículo y emprender una parábola que sería digna de entrar en el próximo examen de física de cualquier ingeniería. El propio Sainz contribuía al meme y a sus redes sociales subía el extracto de las onboards en las que se puede ver el momento, todo ello aderezado por ese himno que se ha convertido para los jóvenes el ya más que trillado tema de “Oh No”, inspirado en la canción “Remember” del grupo The Shangri-Las.
En parte, desde Audi respiran tranquilos al ver que su principal caballo de batalla en este Dakar está por el momento muy centrado en las suspensiones, especialmente en la trasera, quizás un área que se puede solventar mucho más rápidamente en la próxima evolución que un mal endémico en el diseño del chasis o en la disposición mecánica. El Audi RS Q e-tron ha demostrado ser sobradamente competitivo tanto en manos de Sainz, como de Peterhansel y desde esta sexta etapa, también con Mattias Ekström, segundo en los cronos tras Orly Terranova en el que está siendo su segunda participación en la carrera organizada por ASO. Si se consigue adaptar el diseño o introducir una nueva variante con doble amortiguador como la de sus rivales, así como aligerar esos 200 kg extra que llevan, el T1-U híbrido eléctrico de la firma de los cuatro aros seguramente pueda mitigar estos problemas.
Evidentemente no han tardado algunos aficionados a los rallyes en recordar lo ocurrido en la edición del año 1997 del Safari, con Carlos Sainz y Luis Moya como protagonistas: