Parecía que la polémica había quedado completamente enterrada. Giniel de Villiers tuvo seguramente uno de sus peores arranques en el Dakar cuando en el inicio de la prueba (Etapa 1A) se encontró en una sección estrecha con el motorista chileno, César Zumarán, con el que colisionaría después de perder el control de su Toyota GR DKR Hilux T1+ al encontrarse con una piedra enterrada que le llevaría directamente a arrollar al motard y dejarle visiblemente dolorido.
Tras los gestos del competidor latino al sudafricano para que este continuara, el piloto de Toyota optó para marcharse sin bajar a cerciorarse del estado de salud de César, algo por lo que la FIA finalmente le castigaría con cinco minutos de penalización porque ni Giniel, ni su copiloto, Denis Murphy, prestó asistencia al competidor, algo que por reglamento está obligado a realizar. En principio, el gesto del motorista sirvió para atenuar la penalización sobre de Villiers, la cual en un caso normal (marcharse sin prestar auxilio tras un accidente) ha significado en otras ocasiones la descalificación de la prueba del participante en cuestión.
Ocurrió en un tramo competitivo con arena y rocas. Conducía lentamente y vi al motorista parado en el lado izquierdo del camino. Una piedra cubierta de arena estaba en la trazada, me empujó hacia el motard y me estrellé contra él. Luego retrocedí. Cuando el motorista se puso de pie y agitó su brazo, lo tomé como una señal de buena salud y que podía pasar. Lo pasé y no quise detenerme de nuevo porque la pista era muy arenosa y estaba preocupado por quedarme atascado en la arena – Giniel de Villiers
El segundo accidente con un motorista en la etapa 2:
Unas horas después durante la segunda etapa, Giniel volvió a repetir traspiés, en este caso con el motorista amateur, Mohamedsaid Aoulad Ali, el cual, se encontraba caído tras una duna tratando de volver a levantar su moto. El marroquí había activado el sentinel, sabedor de que se encontraba en una situación peligrosa en la que los competidores que llegaban detrás de él, algunos de ellos coches, podrían arrollarle, sin embargo, el Toyota número #207 no se percató de su presencia y terminó pasando por encima de la moto de Aoulad Ali, el cual tuvo que abandonar la carrera debido a los grandes daños que tenía su montura
Tras esa situación, de Villiers dio la vuelta y comprobó que el piloto se encontraba bien, después de lo cual decidió continuar su marcha sin llegar a detenerse, pero esto no bastó para el equipo Club Aventura Touareg, el cual presentó una denuncia por este accidente ante la FIM, algo que parecía resolverse cuando de Villiers y Nasser Al-Attiyah se acercaban al competidor y sellaban la paz con unas disculpas y un apretón de manos para sellar un acuerdo de reparación de daños.
Esto no le ha servido al colegio de comisarios de la FIA, los cuales han actuado de oficio después de que el equipo haya retirado su denuncia y ha confirmado una sanción de 5 horas para Giniel de Villiers, algo que le hace caer desde la cuarta posición que ocupaba hoy, a 49 minutos de Al-Attiyah y a apenas dos segundos de la tercera plaza de Yazeed Al-Rajhi y le hace caer hasta la 39ª posición con casi seis horas de desventaja. La FIA consideró necesaria la penalización de tiempo a pesar de que dan mucho valor a las disculpas presentadas por Giniel, que se ha comprometido a pagar el coste de la reparación y el precio de la inscripción para que Mohamedsaid Aoulad Ali compita en el Dakar 2023.
Toyota GAZOO Racing South Africa pierde por tanto a su segundo espada y aunque Al-Rajhi y Lucio Álvarez, los dos pilotos de Overdrive, pueden escoltar a Nasser Al-Attiyah, o al menos estar dispuestos a tomar el bastón de mando en caso de que algo vaya mal para el qatarí, tres de las cuatro GR DKR Hilux T1+ con motor V6 biturbo ya están fuera de los 20 primeros; Shameer Variawa a 2 horas y 43 minutos del líder en la 23ª plaza, mientras que Giniel de Villiers es 39º y Henk Lategan es 49º con 9 horas y 29 minutos perdidos.
Extracto de la decisión de los comisarios (05/01/2022):
El representante, Sr. de Villiers, explicó: No hemos escuchado ninguna señal de alarma de Sentinel. No dudamos que hemos recibido una señal. El problema es que el botón del Sentinel está ubicado en el piso del lado del copiloto. Durante la sección selectiva, los pies del copiloto saltan hacia adelante y hacia atrás y puede presionar el botón con facilidad y sin querer. Cuando llegamos a la duna, vimos al motociclista y lo esquivé para no lastimarlo. Al pie de la duna, nos dimos la vuelta para asegurarnos de que el motorista no estuviera herido. No sentimos golpear la moto cuando aterrizamos. Luego continuamos con la Sección Selectiva. Estamos muy avergonzados de que suceda algo así. Pedimos disculpas por este incidente. También estamos dispuestos a compensar el costo de reconstrucción de la bicicleta. Afortunadamente, el piloto ya no estaba cerca de su moto y no sufrió heridas.
Sin embargo, la moto está destruida. Esta noche, el Sr. de Villiers se reunió con el piloto en la oficina del jurado de la FIM y llegó a un acuerdo de que el Sr. de Villiers cubrirá el costo del reemplazo de la motocicleta destruida. Además, el Sr. de Villiers pagará al piloto la tarifa de inscripción para el Rally Dakar 2023. El piloto declaró que está muy satisfecho con este arreglo.
Los Comisarios consideran el comportamiento de la tripulación como una infracción al reglamento que debe tener consecuencias. Dado que el Sr. de Villiers se ha puesto en contacto voluntariamente con el motorista, se disculpó y pagará por los daños causados, los comisarios consideran que una penalización de tiempo es necesaria pero también apropiada.