Quedan apenas 20 días para el comienzo del Rally Dakar 2023 (31 de diciembre hasta el 15 de enero) y, por tanto, de la segunda temporada del recién estrenado Campeonato del Mundo de Rally-Raids. A esta segunda edición, los dúos de GasGas/Sam Sunderland y de Toyota/Nasser Al-Attiyah saldrán a defender su posición de favoritos tanto en las categorías de motos como de coches, afrontando lo que será una edición muy dura en prácticamente todos los frentes, con una buena dosis de incertidumbre tanto en materia de recorrido como en lo referente al equilibrio técnico de los distintos reglamentos.
Será sin duda más emocionante ver si alguien es capaz de romper ese duelo a tres bandas en la categoría de coches, donde desde 2015, Stéphane Peterhansel, Nasser Al-Attiyah y Carlos Sainz se reparten todos y cada uno de los tuaregs, sin importancia de en qué lugar del mundo se realiza el Dakar. El último que consiguió frenar esta tricefalia fue precisamente el gran ausente en la carrera de este año, Nani Roma, el único capaz de frenar a los tres monstruos competitivos junto a Giniel de Villiers desde que la carrera se mudó lejos de su África natal.
Prácticamente a todos los participantes a los que se lo preguntabas durante las últimas semanas arqueaba las cejas, especialmente para los aspirantes al Top20 entre los coches, los cuales siguen a expensas de ver cómo se sitúan las cartas ahora con las diferencias entre los distintos reglamentos. Pero, también hay dudas en el panorama deportivo, con la eliminación de los repostajes, los coches saldrán a pista con muchos kilos más a sus espaldas y cuando el cansancio empiece a hacer mella, es cuando los vehículos serán más ágiles y rápidos para atacar.
Serán dos semanas claramente diferenciadas, una primera de velocidad, caminos de tierra y con temor a pinchazos y pérdidas en la navegación, mientras que en la segunda saldrá todo el pilotaje sobre arena y la capacidad para surfear el desierto sin referencias. Tan atípica es esta edición que ni tan siquiera la jornada de descanso (9 de enero en Riad) servirá para dividir en dos partes iguales la carrera. En total, 8.549 km, de los cuales 4.706 serán cronometrados.
Los T1+ y T1U podrán ajustarse en carrera:
Sin embargo, será en el reglamento deportivo donde también quedarán patentes estas modificaciones que añaden algo más de incógnitas a una carrera que ya de por sí es completamente impredecible. Esta semana, la FIA anunció cambios en el reglamento del W2RC, campeonato del que forma parte y es la prueba estrella el Rally Dakar. En ellos se anunciaba que después de que los fabricantes implicados lo pidieran “la Equivalencia de Tecnología, aplicable a los vehículos inscritos en las clases T1.U y T1+, permitirá ajustar, si es necesario, el nivel de aceleración longitudinal durante los rallyes maratón como el Dakar. Este sistema está destinado a permitir una mayor equidad deportiva entre automóviles de diferentes diseños de ingeniería y limitar la escalada de costos”.
Esto ya nos anuncia que durante el próximo Rally Dakar podremos ver incluso ajustes en cuanto al equilibrio de prestaciones entre los vehículos y las distintas clases, con el objetivo de evitar que haya grandes desigualdades. ASO/FIA estuvieron ya muy atentas a los resultados del pasado Rally de Marruecos, en el que Guerlain Chicherit ganó la general absoluta con el Prodrive Hunter T1+, pero en el que los Audi, inscritos en categoría Open, ya dejaron una buena muestra de sus capacidades con el estreno de ese RS Q e-tron E2.
El uso de pañales se extenderá en coches:
Será una carrera de una adaptación continua y eso vendrá también reflejado en que, durante 14 etapas, los pilotos y navegantes ya no tendrán un punto de descanso en medio del recorrido cronometrad, por lo que los competidores en coches T1 y T2 (los side-by-side de T3 y T4 sí tendrán que parar a repostar por la limitación de autonomía que tienen) deberán amoldarse a estas nuevas condiciones. Prácticamente todos llevarán alimento en el habitáculo y tendrán que vestirse los pañales para adultos (algunos ya los empleaban) con el objetivo de no tener que realizar ningún tipo de pausa. No habrá descanso, ni posibilidad para hidratarse o alimentarse en parado, así como para consultar las diferencias con tus rivales.
Lo que finalmente no se dará es la intención de ASO y FIA de introducir un recorrido A y uno B a través de la entrega de roadbooks aleatorios para los competidores y así evitar la tendencia a seguir las huellas del coche que te precede. No se descarta que en el futuro se pueda realizar un sistema para desdoblar los recorridos, pero por el momento parece que desde la organización se han curado en salud y han evitado más polémicas.
Precisamente esa filosofía se puede comprobar en que después de lo sucedido el pasado enero, la organización apunta a que se puede eliminar un Waypoint en caso de que haya resultado conflictivo y se haya dad un porcentaje muy alto de competidores que han fallado a la hora de encontrarlo. El propio Castera ha cifrado en un 50-60% el punto de corte en declaraciones al Diario MARCA. Esta situación habría cambiado por completo la carrera en 2022.
Se incentiva a los motards más valientes:
En el caso de las motos sí que habrá importantes novedades ya que se ha decidido poner en juego una suerte de ‘bonificaciones’ con las que se tratará de poner fin al efecto muelle que hemos visto durante los últimos años, en los que los ganadores de etapa al día siguiente se encuentran completamente relegados a posiciones retrasadas en el Top20 simplemente por ese hecho de abrir pista, mientras que otros motards optan por desplegar estrategias para mantenerse siempre en ese grupo intermedio.
De esta forma, en el Rally Dakar 2023 se bonificará a los pilotos que encabecen la mayor parte de la etapa abriendo pista hasta la llegada al repostaje. Esto se traduce que el primer tendrá una ventaja de 1,5 segundos por kilómetro que lidere la etapa, un segundo por km el segundo y medio el tercero. Esto nos llevará a ver que los participantes en dos ruedas ya no reusarán el pelear por victorias parciales, que lucharán por no descolgarse abriendo camino y que se premiará a aquellos que más arriesguen y menos sesteen en ese arranque de cada etapa para así mantener la emoción durante toda la jornada. No podría ser de otra forma que finalmente el Dakar se haya fijado en su homólogo a pedales, especialmente teniendo en cuenta que ASO engloba tanto a la cita de rally-raids como al Tour de Francia.