Está siendo una semana muy larga en el Rally Dakar 2023. Desde el 31 de diciembre de 2022, la prueba no ha dado prácticamente ni un segundo de respiro, con una primera mitad de prueba que ha sido muy exigente, tanto por las condiciones meteorológicas, como por la crudeza del terreno. Especialmente los motoristas han sido los que más lo han sufrido en su cuerpo, algo que llevaba precisamente a ASO/FIA a tomar la decisión de cancelar para ellos esta séptima etapa, mientras que coches, camiones y Side-By-Side siguieron hacia esa semi-maratón que ha comenzado hoy con grandes accidentes de Van Loon y los hermanos Coronel y que ha sido culminada por el toque con una roca de Mattias Ekström.
El resultado deportivo es que podemos ver en la actualidad a la clasificación de coches copada por cinco Toyota Hilux entre las seis primeras plazas, siendo Sébastien Loeb y el BRX Hunter T1+ la única excepción en lo más alto de la tabla absoluta. ¿Cómo hemos llegado a esta situación? Evidentemente la sexta etapa fue detonante de que la general haya dado un vuelco de esas dimensiones y de que de un plumazo hayan sido dos los Audi que se hayan caído de las cuatro primeras plazas, algo que se suma a los dramas que ha vivido durante toda la semana el equipo Prodrive con sus T1+.
Sin embargo, quizás lo más preocupante es cómo han surgido los últimos problemas entre los pilotos de punta, con dos pérdidas de consciencia confirmadas por dos de los pilotos élite que pudieron ser mucho más graves. Esos dos nombres fueron dos pilotos de edades y preparaciones físicas completamente distintas, como son el caso de Guerlain Chicherit y del propio Stéphane Peterhansel. Ambos en vehículos distintos y en puntos no coincidentes en el recorrido de la prueba.
“Me desperté con un dolor de cabeza muy fuerte esta mañana. Ayer fue un día loco. Puedo reconstruir fragmentos porque la verdad es que en el impacto violento de nuestro coche contra el suelo perdí el conocimiento entonces no recuerdo lo que pasó 5 minutos antes del accidente y 15 después. Perdí el conocimiento«. Así relataba Monsieur la situación vivida, en un punto en el que el propio Peterhansel reconocía que no había ningún tipo de problema con el roadbook y que esa sección después del CP estaba marcada toda como fuera pista.
Era una zona más de Peligro 2, en su caso “han caído en la trampa” de una duna que ni tan siquiera era demasiado cortada, que el problema fue la velocidad a la que llegaron. La arena mojada hizo el resto, al ser mucho más compacta y sumado a la hierba de camello presente, se convierte “casi en cemento” tal y como describía el propio Peterhansel.
Sí, era una zona bastante plana por lo que no era fácil predecir una duna tan empinada. Un salto de 8-10 metros. A la velocidad a la que llegamos, 120-140 km/h, el coche vuela literalmente. Y así fue. En el violento impacto contra el suelo, perdí el conocimiento con el pie aún en el acelerador. Edouard, mi copiloto, tiró del freno de mano, apagó el motor y giramos 360 grados. Cuando por fin me desperté, debieron ser unos minutos, no recordaba absolutamente nada. Cuando salí del coche vi a Eduard en el suelo con un fuerte dolor de espalda y luego el coche accidentado de Sainz no muy lejos. Mi mente estaba nublada. No entendí nada. Es una sensación extraña cuando no tienes memoria. Normalmente, cuando tienes un accidente, los fotogramas del momento anterior al impacto permanecen vívidos – Stéphane Peterhansel
El relato de Peterhansel pone cuanto menos los pelos de punta, e incluso el galo ha destacado la situación posterior, la de su perdida de consciencia comparándola con la que vivieron Nani Roma y Àlex Haro en Perú durante el Rally Dakar 2014, la cual terminó con el copiloto catalán también viéndose obligado a hacer una maniobra de emergencia para detener el MINI, el cual se encontraba circulando a gran velocidad.
La situación ha dejado tocado a Stéphane, el cual ha admitido que incluso pensó que de ganar el Rally Dakar 2023 sería el momento ideal para retirarse. Ahora, se siente especialmente responsable por su copiloto, Edouard Boulanger, que será trasladado a Múnich para ser operado tras fracturarse la vertebra D5, algo que le ha llevado a recordar también el fallecimiento de su amigo Gilles Lalay en 1992, cuando un coche de la organización Paris-El Cabo, un coche de urgencias médicas que iba en sentido contrario, le arrolló con Peterhansel presente.
🇫🇷 🎙 Stéphane Peterhansel revient sur le crash violent d’hier qui lui a fait perdre connaissance… 🚗 ❌#Dakar2023 pic.twitter.com/c9N7xjsIXL
— DAKAR RALLY (@dakar) January 7, 2023
También Guerlain Chicherit se quedó insconsciente:
No ha sido el único piloto que el viernes también perdió la consciencia. Guerlain Chicherit relataba ayer su incidente, unos 100 kilómetros antes que el lugar donde se quedaron detenidos Al-Rajhi, Sainz y Peterhansel. El galo también perdió la consciencia y después de recobrarla apenas podía ver nada durante unos minutos. Ese malestar permaneció prácticamente durante el resto del recorrido, algo que le llevó a tener ganas de vomitar y visitar posteriormente un hospital para ser sometido a un chequeo completo que diera el visto bueno a su continuidad en carrera. La noche fue muy mala, incluso con dolores de cabeza y la necesidad de hidratarse con mucha agua y la toma de analgésicos.
Un día difícil, Hemos tenido en mitad de la especial un impacto terrible. Un impacto en un agujero, una cosa terrible. Me ha hecho desmayarme, he estado inconsciente por cinco minutos. No podía ver nada, y luego, los 150 kilómetros restantes sentía como si fuera a vomitar porque realmente no me sentía bien. Estaba noqueado. Ha sido un final muy difícil de la etapa porque había más dunas que eran complicadas. No me podía concentrar más, no podía mirar a lo lejos en ningún momento. Ha sido un infierno, un infierno. He terminado la etapa y me dolía todo. 100 kilómetros antes que lo sucedido a Audi, en una duna muy pequeña, hemos caído dos metros, pero como hacemos 300 veces por día, excepto porque detrás de ella había como un muro, por lo que nosotros caímos sobre el muro y él paró el coche. Fue violento, fue increíble – Guerlain Chicherit
Dos pilotos resultaron inconscientes en una misma etapa sin golpes frontales o vuelcos. Surge en este momento la pregunta si los actuales T1+ han ido demasiado lejos y están llevando a los cuerpos de los competidores al límite, pero la FIA defiende que con los cambios reglamentarios son menos potentes y con la limitación a 170 km/h tienen menos punta, sin embargo, ha generado sin duda preocupación en torno a estos incidentes y las conmociones cerebrales.
A esto hay que sumar la necesidad de seguir mejorando la seguridad de los motards después de caídas como la sufrida por Joan Barreda en la quinta etapa y en la que también resultó inconsciente. Tanto Chicherit como ‘Bang Bang’ recibieron el visto bueno para seguir en carrera a pesar de que el castellonense ya ha tenido en el pasado otros episodios de desorientación y pérdidas de consciencia.
🇬🇧 The sixth stage of the Dakar Rally was definitively complicated for all crews, as evidenced by this terrifying story from our driver Guerlain Chicherit 💥🚗. Despite this violent impact, the GCK Motorsport crew finished 4th in the special. pic.twitter.com/ljRVsod11N
— GCK Motorsport (@GCKmotorsport) January 6, 2023
Estados Unidos estudia relación off-road/conmociones:
Paralelamente, en especial en Estados Unidos, están llevando estudios paralelos y personalidades como Jeff Proctor están trabajando en evaluar la relación de las carreras off-road con las conmociones cerebrales que precisamente le llevaron a retirarse. Ganador en su clase de la Baja 1000 el pasado mes de noviembre, está trabajando en su recuperación de las conmociones cerebrales sufridas durante años, así como en concienciar a los pilotos y deportistas del motorsport de los riesgos que estás suponen.
Las carreras todoterreno pueden ejercer una cantidad considerable de tensión en el cuello y el cerebro debido a la naturaleza de las secciones más accidentadas. Se han registrado datos de que nuestros trucks de carrera pueden soportar fuerzas de 1 a 5 G sacudida o accidente. Las conmociones cerebrales se agravan con cada incidente. Las carreras fuera de la carretera crearon cientos de subconmociones cerebrales con cada sacudida que experimentó mi cerebro durante una carrera. Desde la primera gran conmoción cerebral, cada carrera, la recuperación se hacía más y más larga. Me recuperaría justo a tiempo para sentirme lo suficientemente bien como para correr. Entonces el proceso volvía a empezar. Negaba que tuviera una TBI (lesión cerebral traumática) – Jeff Proctor