Después de ver que el grado de sorpresa que tuvisteis al compartir con vosotros “La voglia di Vincere”, era justo enseñaros también la otra cara de la moneda, una serie italiana sobre rallyes que mejoraba lo antes visto con sólo unos meses de diferencia. Después del espectáculo de esa suerte de telenovela mezclada con automovilismo y escenas con efectos especiales absurdos que os presentábamos el otro día.
Giuliano Gemma y su “Rally” demostraba que se podía realizar una buena producción tomando no sólo imágenes del Mundial de Rallyes, sino también poder rodar escenas de acción que estuvieran a la altura y que no desentonaran con el resto. Gemma era un actor italiano de reconocido prestigio, protagonista de los western más destacados de su país y con una imagen muy cercana a la que ofrecía una de las grandes estrellas del celuloide como Steve McQueen. Toda una referencia para la industria del cine de los ochenta.
En este caso, la acción no se centrar en una lucha por la victoria entre dos hermanos que además están enamorados de la misma mujer. La trama se enreda mucho más e incluso el foco no sólo se centra en los rallyes de velocidad, llegando incluso a tener el Dakar como otro de los escenarios en los que se desarrolla uno de los capítulos de la única temporada que se llegó a producir de la serie.
Rifirrafes con los organizadores, crisis de los equipos, muertes de directores de los equipos y carreras, en este caso viviendo los primeros coletazos de los Grupo A y con el Lancia Delta Integrale como protagonista. Sólo fueron cuatro capítulos, pero se demostró que se podían hacer cosas de calidad con los rallyes en la pequeña pantalla.