Rallye de Monza 2020: Dani Sordo no puede responder la estrategia loca de Esapekka Lappi

La monta parecía no dejar lugar a dudas en el inicio del Rallye de Monza. La lluvia caída durante las últimas horas obligaba a todos los pilotos a montar los neumáticos de mojado, con la única elección posible de curarse en salud llevando un repuesto o salir únicamente con las ruedas de la monta. Las sensaciones han sido tormentosas. La lluvia acumulada en algunas zonas, el barro de las secciones que originalmente iban a ser de tierra y la posibilidad de golpear los elementos disuasorios de hormigón en la chicane, las balas de paga, o los árboles de la zona interior del circuito llevaban a los pilotos a acometer un gran riesgo de abandono durante el bucle matinal, algo que para los candidatos al título podría ser fatal.

No era de extrañar entonces que el primer tramo de la mañana del viernes ya nos dejara la noticia de los fuertes golpes de Sébastien Ogier y Thierry Neuville en el mismo punto. El francés era el primero en llegar a la sección embarrada, no pudiendo detener el Yaris WRC e impactando contra la bala de paja que afortunadamente no le reportaba ningún daño grave. El seis veces Campeón del Mundo de Rallyes seguiría a buen ritmo, llegando a establecer el tercer mejor tiempo.

Para Neuville la situación era mucho peor, ya que el piloto de Hyundai se quedaba enganchado en los restos de la protección dejados por Ogier, calando el coche y teniendo de nuevo problemas para arrancar el motor del i20 Coupé WRC. Los más de 20 segundos que encajaba iban a ser una losa a remontar durante el resto del rally, nada imposible a tenor de las condiciones tan delicadas de la prueba italiana.

Con estos dos sobresaltos nada más comenzar el día, faltaba por ver quién iba a tomar la responsabilidad de liderar la carrera desde el inicio, siendo Dani Sordo y Carlos del Barrio los encargados de hacer valer su experiencia en la carrera y los cambios en los reglajes realizados en el Hyundai para marcar el scratch y aventajar en más de cuatro segundos a Esapekka Lappi y en más de siete a Sébastien Ogier.

Sin embargo, Lappi, en una mezcla entre valentía, genialidad y locura montaba los neumáticos de contacto (de invierno sin clavos) para afrontar la siguiente especial, aprovechando en este caso que hay un flexi service después de cada especial durante el viernes y el domingo. La jugada le salía muy bien a corto plazo al finlandés, que marcaba el scratch en el segundo tramo del día y se colocaba como nuevo líder con 3,3 segundos de ventaja sobre Sordo, sin embargo, la pregunta que se plantea es si mañana se mantienen las condiciones de nieve en las especiales de las montañas, ¿Qué montará Lappi? Mucho tendría que mejorar para que la nieve que hay actualmente en los tramos no le perjudicara mañana con gomas de mojado y saliendo al final del orden de salida entre los WRC.

De esta forma, Sordo se quedaba con el segundo mejor tiempo, haciendo la monta “lógica” de neumáticos FW de Michelin al igual que el resto de pilotos prioritarios, mientras que en la lucha por el título, era Neuville el que les devolvía parte de lo perdido en el primer tramo con un tiempo que era hasta 10 segundos mejor que el de Ogier y Evans, quedando Tänak a espaldas de Thierry después de haber tenido un pequeño toque en una de las chicanes que le dañaba la parte delantera izquierda del Hyundai.

De esta forma, Lappi y Sordo se han empezado a destacar al frente de la clasificación, con Ogier en tercera plaza a 22,4 segundos del piloto de M-Sport, Tänak a 23,5 y Evans cerrando las cinco primeras posiciones a 26,4 segundos del líder. Neuville es séptimo a 34,7 segundos de la referencia de la general, aunque el buen tiempo realizado en el TC3 le ha permitido reducir mucho lo perdido en el error. Con estos resultados provisionales y sin tener en cuenta los puntos de la Power Stage, Elfyn Evans sería campeón, con 121 puntos por los 112 de Ogier, mientras que Hyundai se llevaría el título de constructores con 238 puntos por los 226 de Toyota.

A pesar del liderato, malas noticias sin embargo para M-Sport, equipo que ha perdido a dos de su Ford Fiesta WRC prácticamente en unos minutos. Teemu Suninen completaba el TC2 con problemas de motor, algo que no podía ser resuelto en los 15 minutos del pequeño service entre especiales. El finés salía al siguiente tramo de nuevo con lo que parecía el motor en tres cilindros, llegando a meta reconociendo que incluso cree que está roto. Poco después, Gus Greensmith se ceñía demasiado en uno de los cambios de sección entre asfalto y tierra y tenía que abandonar tras dañar la suspensión delantera derecha.

Clasificación Rallye de Monza – Tras TC3: