Rallye Monte-Carlo 2022: la batalla entre Sébastien Loeb y Ogier está servida

El Mundial de Rallyes nos ha enseñado durante años que no se deben sacar conclusiones de los resultados de las primeras citas de la temporada, especialmente cuando el calendario comienza en Monte-Carlo, Suecia, México y Argentina, sin embargo, las sensaciones con el Ford Puma Rally1, al menos sobre asfalto, es que los responsables del desarrollo de M-Sport han realizado un gran trabajo después de haber renunciado muy pronto a la temporada 2021 en un año claramente de transición para los de Malcolm Wilson.

Era el propio Sébastien Ogier el que mandaba una señal nada más terminar la última especial del viernes, dándoles la enhorabuena a los empleados de su antiguo equipo, apuntando a que una vez más, tal y como también él pudo disfrutar con el Ford Fiesta WRC en 2017, han sacado todo el provecho al reglamento para crear su primer híbrido de competición con las garantías de pelear por los primeros lugares incluso en este arranque de la temporada.

Después de una mañana de ensueño, Sébastien Loeb empezaba la tarde de la mejor forma, anotándose otro scratch, el cuarto, y ampliando aún más su diferencia al frente de la general. El alsaciano empezaba a recordar a esa versión de 2014, cuando después de más de un año alejado del Mundial de Rallyes, fue capaz de ponerse líder y de aguantar el tipo frente al Volkswagen Polo R WRC de Sébastien Ogier hasta que terminó por arrancar una rueda. En esta ocasión, tras seis tramos, el error no había llegado y las diferencias de Seb sobre Evans y Ogier ya habían superado la barrera psicológica de los 10 segundos.

Sin embargo, el que terminaría de confirmar que el Puma Rally1 era capaz de ser competitivo con cualquiera de los pilotos oficiales al volante sería curiosamente Gus Greensmith, capaz de hacerse con el mejor tiempo en la séptima especial después de que a finales del año pasado ya dejara entrever que sus siguientes objetivos eran sumar su primera victoria parcial y estrenarse en los podios, algo que ha terminado por llegar con el estreno de la nueva normativa técnica. Nada le podía borrar la sonrisa a Greensmith, ni tan siquiera su mal tiempo en la especial con la que se cerraba el día.

La temperatura caía y la ventaja que tenía Loeb en los tramos de la mañana se le volvía en contra en los de la tarde al ser el último entre los pilotos del WRC que salía a los tramos. Eran 4,5 segundos los que encajaba Loeb copilotado por Isabelle Galmiche a la llegada a la meta del último recorrido del día, en parte por un pequeño problema con la parte híbrida, mientras que Ogier se situaba en los 9,9 segundos, con Elfyn Evans ya dejándose 22 segundos. La batalla parece estar servida entre los dos multicampeones, en un rally como el Monte-Carlo donde ya en el pasado hemos tenido luchas hasta el último kilómetro.

En cuarta posición se ha asentado Thierry Neuville, con 8,9 segundos de renta sobre Ott Tänak, con el estonio ganando algo de protagonismo con el paso de los kilómetros y tras haber solventado sus problemas de motor iniciales. Tras ellos, Craig Breen y Gus Greensmith buscan ser el segundo mejor Puma clasificado. En WRC2, el toque esta mañana hacía que Eric Camilli tuviera que abandonar ya antes del reagrupamiento intermedio previo al bucles vespertino, por lo que han sido Stéphane Lefebvre y Andreas Mikkelsen los que nos han deleitado con una bonito a mano durante la tarde en la que Yohan Rossel ha sido testigo desde la tercera plaza.

Clasificación tras TC8 – Rallye Monte-Carlo 2022: