La creación de Red Bull Powertrains Limited lejos de ser una solución de emergencia ante el retiro de Honda de la Fórmula 1, representa el comienzo de Red Bull como proveedor de motores a largo plazo. Christian Horner, jefe del equipo, declaró que la inversión realizada en el apartado técnico, la contratación de personal que actualmente trabaja en la sucursal de Honda ubicada en Milton Keynes, el disponer del parque de motores RA621H más la propiedad intelectual y lo que se ha planteado en las reuniones para determinar cómo será la nueva generación de unidades de potencia, llevan a un punto en el cual es factible que Red Bull fabrique y desarrolle sus propios motores a partir de 2025.
Según explicó Horner, las actuales unidades de potencia son más complejas que cualquier propuesta realizada para la nueva fórmula de motores, así que en teoría estarán preparados para afrontar las nuevas reglas. Por supuesto que no descarta una próxima sociedad con otro proveedor siempre y cuando el trato sea beneficioso para ambas partes y en caso de no suceder, pues no tendrán problemas en manejar cualquier otro escenario mientras disponga de lo necesario para fabricar un motor de combustión interna que se adapte a los nuevos requerimientos ya que el sistema híbrido lo posee vía Honda.
Esta decisión de Red Bull sin duda crea un importante precedente en cuanto a escuderías que, sin ser fabricantes de coches, afrontan el reto de construir un motor para competir en la Fórmula 1. Si el modelo planteado por el equipo austriaco resulta exitoso facilitará el ingreso de nuevos proveedores. También este movimiento permite a Red Bull libertad de maniobra ya que anteriormente estaba condicionado a las decisiones de los actuales proveedores, mismos que poseen sus propios equipos de fábrica.
Horner también confía en su socio ExxonMobil para afrontar el reto del combustible sostenible, en tanto se siente tranquilo en lo que respecta a cualquier propuesta referente a los sistemas de recuperación de energía porque Honda cederá su tecnología. Así que por todas partes establecer su propio departamento de motores luce como otro buen negocio para Red Bull.
En palabras de Christian Horner:
Es una visión a largo plazo, porque obviamente las inversiones en los sistemas son bastante significativas. Tendremos una instalación donde se podrá fabricar y desarrollar la próxima generación de motores. La topografía del motor no será tan diferente de la que tenemos hoy. Simplemente será una evolución.
Vía | Motorsport Total