Lo tuvo en sus manos. El fin de semana de Checo Pérez estuvo a punto de recuperar el brillo de esas primeras carreras de la temporada. Saliendo desde la séptima posición, el mexicano tiró de determinación para ser el primero en entrar en boxes con esa lluvia que se dio desde la primera vuelta en el Gran Premio de los Países Bajos, todo ello a pesar de que en el equipo no estaban demasiado convencidos de que fuera a funcionar el intermedio ante una lluvia que apenas iba a durar entre 3 y 5 minutos.
Líder después de la parada de Verstappen, el mexicano se dedicó a gestionar lo máximo posible las gomas antes de que en el equipo decidieran adelantar la parada de Max para protegerse de Fernando Alonso, resultando en un undercut entre compañero de equipo que a buen seguro levantó alguna que otra aspereza. Sin embargo, ese prometedor domingo bajo la lluvia en Zandvoort estaba a punto de torcerse para Pérez.
Checo tuvo una salida de pista y un exceso de velocidad en el pit-lane que terminaron relegándole inevitablemente de la segunda posición a la cuarta, quedándose a las puertas de un podio que finalmente ocuparían Fernando Alonso y Pierre Gasly junto al ganador final de la carrera, Verstappen. Los resultados no hacían otra cosa que aumentar la diferencia entre los dos pilotos de Red Bull, con una brecha que se disparaba ya a los 138 puntos después de 13 Grandes Premios y cuando ya estamos muy cerca de encarar la última parte del campeonato.
Son 11 victorias frente a dos de Pérez que no hacen otra cosa que dar una sensación acuciante de triunfos por parte del mexicano en este último sprint del año mientras parece inevitable que Max Verstappen vaya a conseguir su tercer título con gran antelación. Con Liam Lawson debutando con AlphaTauri en sustitución de un lesionado de Daniel Ricciardo, el cual se perderá Italia y quién sabe si también Singapur, el fin de semana ha servido una vez más para preguntar a los responsables de Red Bull Racing acerca de la posición de Sergio Pérez y si su asiento corre peligro de cara a 2024.
Precisamente ha sido Horner el que no ha querido alimentar demasiado estas conjeturas acerca de la situación de Checo dentro de la estructura, saliendo al paso de cualquier duda y apuntando a que el plan para el mexicano sigue siendo el de competir en 2024 al volante de uno de los monoplazas de las bebidas energéticas.
La situación de Checo para el año que viene está clara. Es piloto de Red Bull Racing y tenemos un acuerdo con él. Independientemente de los acuerdos, estamos satisfechos con el trabajo que está haciendo. Lo viste conduciendo en Zandvoort. En carrera tuvo mala suerte con la penalización por exceder el límite de velocidad en el pit lane. Es segundo en el Campeonato Mundial de Pilotos y es el único piloto, además de Max, que ha ganado carreras este año. Es fácil culparlo cuando el medidor está tan alto del lado de Max, pero Checo será uno de nuestros pilotos en 2024. Hay que mirar el desempeño en la tabla de tiempos y resultados. Si no hubiera sido por Max, Checo habría ganado otras 4 o 5 carreras más. Así que está haciendo su trabajo. Esperemos que pueda aumentar su cuenta de victorias antes – Christian Horner