Max Verstappen acumula dos retiros en tres fechas, el último en el reciente Gran Premio de Australia cuando a veinte vueltas para el final su RB18 se apagó y comenzó a expulsar humo. Esta nueva deserción compromete las aspiraciones del actual campeón de revalidar su título, toda vez que ahora marcha en el sexto lugar en la tabla de pilotos. Tras examinar el coche del holandés, los ingenieros de Red Bull Racing determinaron que una fuga de combustible a nivel externo fue la causa de la debacle del holandés.
Al respecto, Helmut Marko declaró que la reciente avería no tiene relación con lo ocurrido en Bahréin puesto que allá el problema estuvo relacionado con el sistema de inyección de combustible dentro de la unidad de potencia. Lo que está sucediendo en Red Bull es preocupante porque los retiros de Verstappen han ocurrido cuando marchaba en segundo lugar y en teoría era el único rival de Charles Leclerc camino a la victoria. La cuestionable fiabilidad es una de las prioridades que la escudería austriaca debe atender en tanto el otro tiene que ver con la pérdida de peso del RB18, del que se especula registra alrededor de ocho kilos por encima del Ferrari.
Tanto Christian Horner como Helmut Marko señalaron que van a examinar a fondo el sistema de combustible que están utilizando ahora para evitar más retiros causados por el mismo elemento. Ambos advirtieron que no será fácil corregir los problemas puesto que ahora no dependen de Honda Racing para afrontar estos inconvenientes ya que si bien los japoneses siguen fabricando las unidades de potencia, su asistencia técnica es limitada, así que la división de motores de Red Bull deberá lidiar con este inconveniente en la próxima cita a celebrarse en Imola.
En palabras de Helmut Marko:
Pudimos aclarar la causa de la fuga de combustible en el auto de Max [Verstappen]», el asunto es muy complejo, el problema es absolutamente diferente al de Bahréin. Pudimos ver en los datos que algo andaba mal y Max también podía olerlo. El sistema externo de combustible falló, así que está en fase de revisión. Las piezas volverán a [la sede de Honda en] Japón y, obviamente, trataremos de solucionar el problema lo más rápido que podamos.
Vía | Speedweek