El reciente fin de semana dejó secuelas en las escuderías Red Bull y Ferrari. Desde predios austriacos se confirmó que el V6 utilizado por Max Verstappen en Silverstone, y que luego fue probado durante las sesiones libres de Hungría, será enviado a Japón para tratar de ser reparado, en tanto el que se instaló en el monoplaza de Sergio Pérez este domingo quedó inservible tras el incidente de la primera vuelta. Por su parte, en Ferrari informaron que el ICE de Charle Leclerc quedó inutilizable luego de ser embestido por Lance Stroll, así que probablemente ambos equipos sean penalizados porque difícilmente culminen la temporada con las tres unidades de potencia que permite el reglamento.
También desde ambos equipos se protestó abiertamente por el dinero que deben desembolsar por los incidentes propiciados por terceros. Sin duda Red Bull ha sido la escudería más afectada porque entre Gran Bretaña y Hungría apenas sumaron dos puntos, mientras los gastos por reparaciones de los coches de Max Verstappen y Sergio Pérez lucen por encima de cualquier límite de presupuesto. En Honda van a enviar las unidades de potencia afectadas a Japón, un gasto que no estaba contemplado en la agenda.
Según explicó Toyoharu Tanabe, director técnico de Honda en la Fórmula 1, el motor de Verstappen en Silverstone fue instalado nuevamente en Hungría y durante las prácticas se advirtió desgaste en los anclajes, grietas y una pequeña fuga de aceite, así que se cambió por una nueva unidad de potencia, la número tres para Verstappen, así que penalizaría si el equipo utiliza otra. Tal motor será enviado a Japón para intentar ser reparado ya que las modificaciones deben realizarse sin romper los sellos de seguridad ya que de hacerlo no tendría sentido arreglarlo. Tanabe indicó que será complicado reparar los motores porque están muy afectados, aludiendo a que el utilizado por Pérez no debería ser usado nuevamente.
En palabras de Toyoharu Tanabe:
Intentaremos arreglarlo desde el exterior porque no se nos permite abrir el motor debido a los sellos. Pero hay pocas posibilidades de salvarlo esta vez. En cuanto al motor de Pérez, los datos apuntaron rápidamente a una gran anomalía. Sufrió mucho y será muy difícil reutilizar ese motor también.
Vía | Ferrari Nextgen Auto
