Es un fin de semana de despedidas. Eso es innegable. Sebastian Vettel, Carlos Sainz Jr y Sergio Pérez disputarán sus últimas carreras con sus respectivas escuderías, Renault hará su última carrera antes de dejarle su lugar a Alpine, mientras que Romain Grosjean en la lejanía, y Kevin Magnussen dirán adiós al paddock del Mundial de Fórmula 1 y a sus puestos dentro del equipo HAAS F1 Team. Ricciardo volverá afrontar un nuevo cambio de estructura, mientras que Alex Albon y Daniil Kvyat se enfrentan a lo desconocido. Si para algunos era el momento de decir adiós, para Fernando Alonso era el momento de volver a saludar a los antiguos compañeros.
Había un reencuentro especial entre el ovetense y el que fue su gran aliado en la conquista de su primer título Mundial. El R25 aparecía con los neumáticos slicks de Pirelli en lugar de los Michelin que calzaba en su momento, pero la imagen seguía siendo impoluta y el sonido del V10 atmosférico bramando a pleno pulmón ha sido como uno de esos pinchazos de nostalgia te afectan a cada uno de nuestros corazones.
No han sido demasiadas vueltas, pero el propio Fernando Alonso se ha mostrado deseoso de volver a sentarse en el monoplaza durante la jornada del sábado para volver a recordar sensaciones. Tocaba dejar el mono ignifugo en la terraza de la habitación del hotel para que se pudiera secar y afrontar de nuevo mañana más giros al trazado de Yas Marina, prometiendo que intentaría bajar del 1:42 realizado hoy, en esas apenas 5 pasadas realizadas, a unos tiempos más cercanos al 1:36 (a modo de broma) que por ejemplo han estado firmando hoy los monoplazas durante los entrenamientos libres.
El propio Fernando decía: “El coche es taaaan veloz, y además ahora con los neumáticos lisos, aún más. Qué sensación, qué fin de semana va a ser. Más vueltas mañana, la mejor forma de agradecer a Renault esta era pasada y dar la bienvenida a Alpine para el futuro«. Y es que ha sido casi como un regreso al pasado, ya que, aunque Alonso llevaba uno de sus diseños de casco actuales, el mono ignifugo empleado había sido recuperado del Museo del propio piloto, mientras que el R25 es la unidad que el bicampeón del Mundo empleó en las últimas seis carreras de la temporada 2005, incluso conservando el mapa del Circuito de Shanghái en su monocasco.