La temporada 2025 del Campeonato del Mundo de Fórmula 1 acaba de empezar y muchos ya están poniendo su mirada no sólo en el inicio del nuevo ciclo reglamentario que comenzará el año que viene, si no también en el que le sucederá. Con las recientes declaraciones realizadas por el presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, dejando entrever que estudiarían todas las opciones de futuro para el Gran Circo en el apartado de motores, incluso el regreso de los V10, muchos soñaron despiertos con traer de regreso el espectacular sonido de esas bancadas de cilindros empujando a pleno pulmón.
Lo que en principio parecía ser un movimiento más populista que otra cosa, ha ido cobrando algo más de realidad con el paso de los días después de que las últimas informaciones provenientes del medio alemán, Auto Motor und Sport, hayan vuelto a poner sobre la mesa que el objetivo podría ser el de hacer retornar los motores atmosféricos alimentados con combustible sostenible de cara a 2031, aunque esto podría simplemente ajustarse si finalmente se confirman las teorías que se han traído a colación en las últimas horas.
Según AMuS, se está empezando a hablar de la opción de extender la actual normativa de motores V6 Turbo por dos temporadas más, con el objetivo en este caso de que en 2028 pudiera entrar una nueva reglamentación con los motores V10 como protagonistas, en este caso con combustible sostenibles y de un desarrollo y mantenimiento mucho más económico que el de las unidades de potencia actuales. Sin embargo, no se especifica lo que sucedería con la parte eléctrica, concretamente con el MGU-K, el cual en principio iba a ser potenciado de cara a 2026 después de la eliminación del MGU-H.
Esto principalmente también respondería a esas quejas que apuntaban a que la normativa de 2026 tal y como fue concebida inicialmente podría suponer una extrema dificultad, hacer que los coches fueran inconducibles y lentos, además de que incluso hizo aparición la preocupación de que fueran inseguros por la forma en la que recuperaban energía al crear posibles grandes diferenciales de velocidad.
La FIA ya trabaja, las escuderías y motoristas divididos:
Al parecer, la FIA ya había creado un grupo de trabajo para que explore la idea de los V10, algo que ha llevado evidentemente a que la parrilla se divida entre aquellos que quieren mantener la electrificación o que ya llevan ventaja en el desarrollo de los motores de 2026, frente a aquellos que van más retrasados o que cuentan con menos experiencia, algo que por ejemplo puede afectar especialmente a Cadillac, la cual se vería beneficiada a la hora de que General Motors centre sus esfuerzos en el desarrollo de un propulsor mucho más asumible y probado en cuanto a su tecnología que lo que sería una unidad de potencia híbrida como las que se han venido empleando durante los últimos años.
En contra, equipos como Mercedes o Audi, así como el motorista Honda, ya que ellos especialmente están centrados en la electrificación y en el caso del fabricante de los cuatro aros y el nipón, no habrían regresado a la Fórmula 1 de no haberse asegurado que los híbridos seguirían en el futuro de la normativa de motores. En caso de una ampliación de la actual reglamentación, Audi se quedaría en fuera de juego, ya que ellos no disponen de ningún motor actualmente con las características necesarias.
La otra opción planteada es que los motores de 2026 entren en funcionamiento tal y como estaba previsto y que de cara a 2029 haya un cambio temprano de motores de nuevo a los V10 atmosféricos. Sea cual sea el resultado, se deberá conocer próximamente para evitar el derroche del dinero, además del consiguiente daño reputacional que significaría para la FIA el segundo fracaso de una reglamentación de uno de sus principales campeonatos estrella.