Están de enhorabuena los equipos suministrados por Renault. La firma del rombo ha confirmado que, a partir de este Gran Premio, las formaciones clientes que utilizan sus motores podrán sacar más rendimiento de sus propulsores después de la fiabilidad mostrada en Bahréin y Australia. Tan sólo Daniel Ricciardo tuvo que abandonar en Sakhir hace una semana después de que su Red Bull se ‘apagara’ literalmente en un fallo que no ha sido revelado (ni encontrado según Cyril Abiteboul) pero que se sospecha que estuvo relacionado con la parte eléctrica.
McLaren, Red Bull Racing y la propia Renault contarán con más potencia y durante más tiempo a partir de la carrera que se celebra este fin de semana en Shanghái, algo que sin duda ayudará a las tres escuderías a tratar de mantener el tipo en la larga recta de atrás de la pista china. A pesar de esta mejora de prestaciones del motor galo, durante los primeros entrenamientos libres se ha podido observar una preocupante falta de velocidad punta en el caso del MCL32, con Fernando Alonso y Stoffel Vandoorne quedándose a más de 13 km/h de las referencias del resto de equipos motorizados por los franceses en lo que parece la confirmación del exceso de ‘drag’ con el que cuenta el monoplaza de los de Woking.
Renault además tiene programado la llegada de nuevas evoluciones cuando se estrene la segunda ronda de unidades de potencia, incluida una mejora en el MGU-K que podría ayudar a recortar la brecha de potencia con Ferrari y Mercedes-Benz, así como novedades en el motor de combustión interna que les ayude en materia de consumo, el verdadero talón de Aquiles de los motores del rombo en este inicio de año, especialmente en el equipo de fábrica.
En cuanto al problema de Max Verstappen que le llevó contra las barreras en la Q1 de Bahréin, Renault ha descartado cualquier tipo de fallo en el acelerador o problema con el motor del RB14 que hubiera provocado una súbita entrega de potencia. Recordemos que el piloto holandés explicó que el motivo que le llevó a perder el control se asemejaba a la entrada repentina de unos 150 CV más, sin embargo, esto parece más relacionado a una pérdida de control del acelerador al impactar con el bordillo del piano.
Vía | Autosport