Aunque Luca de Meo, CEO de Renault, declaró recientemente que va a mantener su compromiso con la Fórmula 1, se han acentuado los rumores acerca de la cancelación del proyecto de unidad de potencia con especificación 2026, lo que dejaría a la escudería Alpine sin motores. Los argumentos lucen lógicos, la inversión y la rentabilidad que se requieren para concebir al sucesor del Renault E-Tech representan un gran problema porque no hay clientes a la vista, ni tampoco Alpine luce como un equipo ganador, además la llegada de Ford, Audi y Cadillac a la categoría complica todavía más el panorama para el fabricante francés.
Luca de Meo es consciente que la escudería Alpine, así esté en crisis de resultados, tiene un valor considerable debido al auge que ha experimentado la Fórmula 1 en los últimos años. Sin embargo, la operación de motores no disfruta del mismo reconocimiento y más cuando Renault está por detrás de Honda, Mercedes y Ferrari en el campeonato. Se requiere entonces de mucho trabajo, y de una gran inversión material y humana, para que la firma del rombo retorne a la cima en lo que respecta a mecánica y tecnología, de allí que se mencione la opción de que Renault salga de la ecuación y Alpine decida asociarse a Mercedes o a Honda, fabricantes que tendrán disponibilidad de motores para clientes a partir de 2026.
Según la publicación Autosport, ha sido Bruno Famin, director de Alpine, quien ha sugerido detener el proyecto Renault 2026 y utilizar esos recursos en el área técnica y aerodinámica de la escudería, en tanto conversa con proveedores de unidades de potencia. No sería la primera ocasión que las fábricas de Enstone y de Viry-Châtillon operan de forma separada, en el año 2015 la escudería Lotus F1 Team se presentó a competir con motores Mercedes, justamente porque la primera unidad de potencia Renault, la Energy 1.6 V6 Turbo, era deficiente y problemática en su confiabilidad. En este caso se vuelve a repetir el escenario, Alpine requiere de un motor potente y confiable para progresar y Renault no es garantía de ello.
Esta era turbo-híbrida ha resultado un dolor de cabeza para Renault y por más esfuerzos que realicen para mejorar, los resultados demuestran que nunca han podido descifrar la actual configuración. Con tal antecedente, además de la escasez de clientes para obtener mayor información, es probable que Luca de Meo decida bajar los brazos y dar un paso al costado en lo que respecta a la operación de motores en la Fórmula 1, dejando a Alpine como un equipo cliente que representa a otro fabricante, mismo caso de Aston Martin con Honda. Esta hipotética decisión no significa el cierre de las instalaciones de Renault Sport en Viry-Châtillon porque también allí se desarrollan otros proyectos como el nuevo motor híbrido para el Alpine A424 que participa en el WEC.
Vía Autosport
