Tras la negativa de la FIA, de permitir a Renault modificar su actual unidad de potencia, en medio de un período de restricción, desde Alpine señalaron que no van a insistir en la introducción de mejoras para el motor sino que se concentrarán en la próxima generación que entrará en vigencia a partir de 2026. Así que la escudería francesa deberá competir con un déficit de potencia que les mantendrá rezagada, con respecto a Honda, Mercedes y Ferrari, durante dos temporadas más.
El propio Bruno Famin, director de la escudería Alpine, señaló que es preferible conceder prioridad al proyecto de 2026 a insistir en los trámites ante el Comité Asesor de Unidad de Potencia de Fórmula 1 para modificar la parte mecánica del E-Tech. Famin es partidario de destinar recursos al nuevo motor en lugar de mejorar el actual porque es evidente que Alpine no cuenta, ni contará, formalmente con el apoyo del resto de proveedores, aunque algunos hayan manifestado estar de acuerdo, pero solamente de forma verbal. Ante todos los tropiezos que ha visto durante el proceso, considera que es mejor desistir y enfocarse en el futuro.
En teoría, el desarrollo de las unidades de potencia se congeló cuando todos los fabricantes presentaron la mejor versión de sus motores, las cuales deberían tener un rendimiento muy similar, pero el pasado mes de julio, desde Renault manifestaron que la Comisión de la Fórmula 1 debería examinar su propulsor porque no está al mismo nivel que la propuesta de sus rivales, tema que se trató delante todos los fabricantes. Pero la respuesta negativa fue rápida y contundente, de allí que desde Renault concluyan que no vale la pena perder tiempo y esfuerzo en este caso.
En palabras de Bruno Famin:
Después de las conversaciones con la FIA sobre nuestro motor y las opciones que tenemos para mejorarlo activamente, hemos decidido que este asunto no va a continuar, teniendo en cuenta la firme posición de la FIA y de los otros fabricantes.
Vía Motorsport Total