El mundo del motor está lleno de grandes locuras, proyectos faraónicos y garajes repletos de sueños. El que nos ocupa en esta historia es bastante particular: la restauración de un Caterham CT05 de Fórmula 1, uno de los teloneros de la temporada 2014 de la categoría reina y, en efecto, el último Caterham que corrió antes de que el equipo sucumbiera ante sus problemas económicos. Un monoplaza que, una década después, ha vuelto a la vida gracias a su actual propietario, Kevin Thomas.
El CT05, patito feo y canto del cisne para Caterham
Caterham luchaba contra Marussia (que después se convertiría en Manor) por no ser el último equipo de la parrilla de la F1 allá por 2014. Una pelea que perdió en la primera mitad del año con aquella gesta de Jules Bianchi en Mónaco superando a Kamui Kobayashi, logrando unos puntos que permitieron la supervivencia de Marussia y caída de Caterham – pues no lograron puntuar pese a actualizar su coche en la segunda mitad del año. Para 2015 ya estaba listo el CT06, con un conjunto aerodinámico mucho más evolucionado que el CT05, pero la FIA desestimó el equipo y pronto todos sus activos serían subastados.
El CT05 que nos ocupa es en concreto el chasis 01 que utilizó Marcus Ericsson durante buena parte de la temporada hasta tener un accidente durante el Gran Premio de Hungría en condiciones de suelo mojado. Para la siguiente carrera, Bélgica, Ericsson utilizaba otro chasis, mientras que su compañero por una ocasión era el tres veces ganador de las 24 Horas de Le Mans André Lotterer.
After 9 years and a lot of hard work we now have @CaterhamF1 CT05#1 moving under its own power ( very slowly) for the first time since Hungary 2014. Next is rolling road and composites for that front wing. Big shout out to John Danby racing for completing the project! pic.twitter.com/Bcx6hVgz7B
— CATERHAM F1 RENOVATION (@KevTs) July 23, 2024
Tras un largo proceso de restauración, recuperando la decoración y repuestos originales, Thomas consiguió volver a armar el Caterham CT05 y, a finales de julio, tras 9 años de espera, el CT05 arrancaba una vez más. Eso sí, hay truco. Debajo del capó no está la unidad de potencia híbrida Renault que montaba originalmente (siendo 2014 el primer año de los actuales V6 turbo híbridos) sino un motor de Fórmula Renault 2.0. ¿El motivo? Costes, evidentemente.
El propio Thomas relata que Renault pedía la cantidad de 2 millones de libras (2,37 millones de euros al cambio)…¡por tenerlo durante tres meses! Además, la caja de cambios procedía de Red Bull y ellos pedían una cantidad similar. Por tanto, la opción a seguir ha sido utilizar un motor de FR 2.0 – puesto que un motor más grande no entraba debajo del capó. Además, este propulsor tiene unos costes de mantenimiento no muy diferentes a los de un motor de calle.
Una apuesta de valientes
That moment you have been waiting 9 years for when you are told “ pull both clutch paddles in, put it in 1st gear and release the bite point paddle first”. This was the first time the car had been alive in 10 years! @CaterhamF1 CT05#1 @Ericsson_Marcus pic.twitter.com/v1HF5eMiXR
— CATERHAM F1 RENOVATION (@KevTs) July 24, 2024
Este proyecto ha sido digno de alabanza por parte de miles de seguidores del motorsport hacia Thomas, el reconocimiento a una grandísima labor de conservación de una pieza de la historia de la categoría reina. Sin duda no es la más bonita de toda la historia, pero esfuerzos como estos son cuanto menos encomiables, dejando a un lado el aspecto del sonido del motor por motivos obvios.
No es extraño encontrarse esta situación teniendo en cuenta el gran coste de las unidades de potencia actuales. Incluso en la Boss GP, donde corren pilotos privados con Fórmula 1 y monoplazas de otras categorías, encontramos por ejemplo a Ulf Ehninger corriendo con su Benetton B197…con motor Judd 4.0 V10, en lugar del motor Renault RS9 V10 que llevaba originalmente y que fue evolucionando al igual que en el Williams FW19 con el que Jacques Villeneuve logró el título aquel año. En otros casos si llevan especificaciones más originales, como un Toro Rosso con el Cosworth 3.0 o el Lotus T127 de 2010 con su Cosworth 2.4 V8.
