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Probamos SnowRunner: más vehículos, más exploración y el reto del hielo de Alaska en un videojuego 'distinto'

Un mundo nuevo. Aunque a todos nos apasionan las carreras, el mundo de los automóviles o del transporte terrestre es muy rico, algo que permite no solo que haya una gran variedad de tecnologías y de máquinas, sino que esta riqueza mecánica también se pueda reflejar en uno de los pasatiempos favoritos para todos: los videojuegos. Y es que se puede competir por ser el más rápido en un circuito, por completar un tramo del punto A al B en el menor tiempo posible o incluso por ver quién es más estiloso conduciendo, sin embargo, hay lugar para disfrutar al volante más allá de todos ellos y desde luego SnowRunner es una buena demostración de este apartado.

Y es que sin duda son este tipo de títulos los que nos trasportan a una forma distinta de entender los videojuegos con el hilo argumental de los vehículos. Una mezcla entre el entretenimiento que supone experimentar retos nuevos y el reto en materia de técnica, ingenio y en ocasiones resolución de problemas que nos muestran apuestas como esta, la sucesora de MudRunner, título de la saga Spintires que ha sido desarrollado una vez más por el estudio yanqui “Saber Interactive”. SnowRunner da una última vuelta de tuerca a esta atrevida propuesta que supone no solo lanzar un productor con coches y camiones que no implican carreras, sino que además es capaz de trasladarnos a lo más profundo de la Michigan rural, Alaska y Rusia.

El éxito de otros simuladores de conducción como American Truck Simulator o su variante continental, European Truck Simulator, llevó a que hace unos años Oovee Games decidiera lanzar una campaña Kickstarter en 2013 para proponernos esta experiencia en la que podríamos sentir en primera persona la dificultad que suponía conducir en medio de bosques, en pistas forestales anegadas y con un barro capaz de llegarnos hasta la rodilla. El éxito inicial fue tal que incluso vendría un spin-off en 2017 bautizado como “MudRunner”, ya bajo la batuta de Saber Interactive y con muchas ganas de llegar a los usuarios de la actual generación de consolas. Ahora SnowRunner llega para cerrar un ciclo con la despedida precisamente de esas sobremesa y nosotros lo hemos podido probar durante la última semana.

Te pondrá a prueba, tu técnica, tu ingenio y tu paciencia:

Su lanzamiento hoy 28 de abril nos confirma la evolución constante que ha sufrido la saga durante el último lustro. La experiencia en el barro sigue intacta, aunque ahora se ha añadido la posibilidad de conducir sobre nieve o hielo, algo que nos lleva a notar cómo perdemos el agarre cuando llevamos neumáticos poco apropiados para estas condiciones meteorológicas y para un firme que nos recuerda al que enfrentaban los famosos «Ice Road Truckers«. Una vez más, las físicas están muy bien trabajadas, por lo que el camión o el 4×4 reaccionará a cada uno de los elementos (placas de hielo, balsas de agua, lodo, roderas o grandes rocas) que se encuentre en nuestro camino, haciendo muchos casos que se inevitable el vuelco o que simplemente tengamos que moderar mucho nuestra velocidad.

Una vez más tendremos que pelearnos con los caminos llenos de barro que hunden nuestro camión, especialmente cuando portamos carga de alguno de nuestros encargos, superar con ingenio, destreza o base de ser testarudos los obstáculos del camino. Incluso ponernos en la piel de Spiderman y usar el cabestrante como forma de apoyarnos en las secciones más difíciles (muy útil en consola el tener su acceso en un botón sin necesidad de desplegar el menú), aquellas en las que no hacemos pie, que no tenemos tracción en las ruedas o que simplemente estamos alcanzando un ángulo que nos hace temer por momentos el vuelco inevitable de nuestro vehículo o de su remolque. Es en este punto donde habrá que tirar de experiencia o del método de ensayo y error para los principiantes.

Como consejos rápidos, planifica siempre la ruta que vas a seguir y adapta el camión o el todoterreno en función de lo que te puedas encontrar. Es importante explorar las zonas cada vez que llegamos a un mapa nuevo, encontrando las atalayas de observación para desbloquear así las distintas partes del mapa, el cual nos representa de forma muy fiel cada una de las zonas como ya hemos visto en otros juegos como Far Cry o Red Dead Redemption. A partir de ahí, todo es explorar, saber emplear el cabestrante, elegir los vehículos de tracción total con diferencial bloqueable y reductora para las zonas más complejas y echarle mucha paciencia, siempre teniendo en cuenta las distancias entre los puntos y la gasolina que nos queda. Creedme, en mi tiempo de juego han sido unas cuantas las ocasiones en las que he tenido que tirar la carga y pedir el rescate de mi camión por quedarme enfangado en una zona o por no calcular bien el recorrido y no buscar una estación de servicio intermedia.

Un mapa gigantesco únicamente para nosotros:

Si bien también hay una parte negativa en esta propuesta. Al fin y al cabo, la experiencia puede encontrar cierta comparativa directa con otros videojuegos que han visto la luz en formatos multiplataformas y que quizás nos han ayudado a zambullirnos mejor en la historia. En el caso de The Crew, obviamente con una desarrolladora mucho más grande detrás y con un presupuesto elevado, esto se puede ver en la fauna, los vecinos, el sonido que nos rodea o el tráfico nos hacer ver un mundo lleno de vida, mientras que SnowRunner se asemeja mucho a esa imagen postapocalíptica de Fallout que, si bien sirve para poner a prueba nuestra paciencia, la técnica al volante y el tacto con el acelerador, en muchas ocasiones te lleva a una sensación de cierta monotonía.

(Al principio no sabíamos ni en qué botón estaban las luces)

Esto es algo que también padecen ETS o ATS, aunque en ambos casos la sensación es ligeramente aliviada por la presencia de más vehículos en la carretera y la siempre recurrida radio para amenizar los viajes. Sin una historia de trasfondo que nos ayude a querer avanzar y devorar horas, todo el punto fuerte de SnowRunner a la hora de engancharnos es precisamente el de superar los retos o el de dedicar una tarde con amigos a probar el modo cooperativo dando unas vueltas por los bosques de la Estados Unidos más profunda o controlando nuestros camiones sobre las carreteras , bañadas por eel hielo y la nieve de Alaska, a poder ser siempre con volante, algo que está disponible para la versión de PC, mientras que en PlayStation 4 o Xbox One parece que nos tendremos que conformar con el mando ya que al menos en la versión de prensa no dejaba configurar el G29 como opción de control.

El mapa aun así es gigantesco, aumentando mucho las opciones de exploración y de marcarnos nuestras propias rutas, una sensación de infinito que sin duda se verá aumentada con el apoyo de los modders en la comunidad de PC y con el nuevo contenido descargable oficial que se irá publicando en el primer año después del lanzamiento. Aun así, para que os hagáis una idea, si MudRunner 8,25 kilómetros cuadrados para explorar, este SnowRunner se dispara hasta los 30 km cuadrados, incluyendo algunas posibilidades de personalización para los 40 vehículos distintos, 18 de ellos licenciados por marcas tan conocidas como Hummer, CAT, Freightliner, GMC, Chevrolet o Ford. Será sin duda una forma distinta de sentarnos en nuestro cockpit virtual, sin suspensión neumática, pero con todas las comodidades de afrontar el frío de Alaska o la humedad de Michigan sin salir de casa.

*Imágenes de la versión convencional de PlayStation4

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Iván Fernández

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