El ex piloto de 71 años, propietario de Richard Childress Racing, será elevado al Salón de la Fama de la Nascar el próximo viernes, en un acto en el cual también ingresarán los ex pilotos Mark Martin y Benny Parsons; y los dueños de equipos Rick Hendrick y Raymond Parks. La historia de Childress es de lo más interesante ya que pasó de vendedor de palomitas de maíz en las gradas de un circuito a convertirse en piloto y posteriormente en propietario de una estructura que ha ganado 12 campeonatos y 214 carreras en las tres divisiones de la NASCAR.
Richard Childress ganó seis campeonatos junto a Dale Earnhardt, una leyenda de la categoría, quien que fue exaltado al Salón de la Fama cuando se inauguró el recinto. Childress fue inicialmente piloto de reemplazo y en 1971 se inscribió en la NASCAR como independiente, en 1976 registra el número 3 en su coche y posteriormente, en 1981, se retira como piloto activo. Aunque no ganó ninguna carrera, casi siempre estuvo en el top 10.
Justamente, cuando Childress decide retirarse como piloto es cuando llega Dale Earnhardt, el recién coronado campeón de la serie, a encargarse del coche número 3, para aquel entonces amarillo y azul. Lo que vino a continuación es parte de historia que consolidó a la NASCAR como la categoría más popular para el público norteamericano, aunque muy pocos imaginaron que aquel Pontiac Grand Prix de 1981 sería el punto de partida de una empresa que hoy cuenta con 500 empleados.
Puedo recordar los días en que tuvimos que sacar el combustible del coche de carreras para ponerlo en el remolque y poder llegar a casa. Mucha gente no entiende cómo fueron los primeros años 70. Estoy seguro que todos los involucrados están muy orgullosos. Empecé vendiendo cacahuetes y palomitas de maíz en el circuito Bowman-Grey, pero allí observé a mis héroes, Billy y Bobby Myers, Curtis Turner y Glen Wood, desde allí me decidí a ser un piloto de carreras.
Vía | NASCAR