De siempre se ha dicho que en Estados Unidos no se altera un ganador tras la caída de la bandera a cuadros. Ya pueden pillarte la mayor de las trampas en tu coche, que el resultado que ha aparecido por televisión y han podido ver los aficionados desde la grada debe ser respetado. Pero no en clasificación. Y ello dio pie a un auténtico esperpento con motivo de la sesión de clasificación de la Monster Energy NASCAR Cup Series en Pocono.
Originalmente autor de la pole, Kevin Harvick no pasó satisfactoriamente el escaneo de su coche tras la sesión de clasificación. Y el segundo clasificado, Kyle Busch, tampoco superó la inspección técnica. Ambos son primero y segundo también en el campeonato. Así la pole terminó recayendo en el mexicano Daniel Suárez. Pero ese era tan sólo el inicio de la historia. Hasta 13 de los 40 coches participantes fueron cazados con irregularidades de algún tipo en las verificaciones, algunos de ellos incluso hasta en dos y tres ocasiones, lo cual además de obligarles a salir desde el fondo de la parrilla el domingo acarrea sanciones a sus responsables y deducciones de puntos.
¿Y cómo demonios se ha podido llegar hasta esta situación? Cada coche fue cazado por un motivo distinto y desde la NASCAR aseguran que no han modificado las tolerancias de sus inspecciones técnicas. Pero en ESPN apuntan al nuevo formato de fin de semana implementado en algunas carreras este año, donde se comprime todo en dos días y las primeras verificaciones no tienen lugar hasta después de la clasificación.
Según explicó a ESPN Scott Miller, vicepresidente de competición, «si 27 coches son capaces de hacer las cosas bien, los otros 13 también. La primera vez que usamos este formato sólo fallaron 3 en Chicago, lo cual nos complacía. Estaba genial. Pero así funcionan las cosas, sólo tres irregularidades en Chicago significaron que los equipos creyeron que podían arriesgar aún más y ese riesgo extra no pasó el corte hoy».
Via | ESPN
Foto | NASCAR