Seguramente junto a la exhibición de Andrew Jordan al volante del Lotus Cortina, estamos ante la otra gran imagen vista este fin de semana en Goodwood. Rob Huff se encontraba disputando el Kinrara Trophy al volante de uno de los Jaguar E-Type de la parrilla. El británico, piloto del WTCR se encontraba peleando por las posiciones del podio contra otro de los deportivos de la firma del felino y un Aston Martin DB5, hasta que, en uno de los intentos de adelantamiento, un ligero contacto hacía que el cierre de su capó delantero se soltara y el capo, de apertura frontal se comenzara a abrir.
No es la primera vez que vemos a un piloto seguir compitiendo a pesar de tener la visibilidad reducida por la apertura de este elemento, sin embargo, es cierto que con los vehículos modernos y su sistema con anclajes cercanos al parabrisas, podemos encontrarnos con una pequeña rendija a través de la que tenemos un pequeño margen de visión asegurada. En el caso del E-Type, esto es inviable, únicamente pudiendo ‘intuir’ la carretera a través de los laterales.
Rob no sólo pudo mantenerse en pista a pesar de este problema, algo que le surgía precisamente cuando estaba batallando con el E-Type de Nigel Greensall y Chris Milner, sino que además volvería a ver cómo el capó se le levantaba cuando volvía a intentar el interior a su rival que finalmente no soportaría la presión del piloto de turismos, campeón del WTCC en 2012, cediendo la tercera plaza del podio ante el empuje del espectacular Huff en la última vuelta del trofeo.
