Semana de emociones la vivida por Robert Kubica. Después de decir adiós a sus opciones de competir en las 6 Horas de Silverstone y en el resto de programa que tenía previsto realizar con ByKolles en el Mundial de Resistencia (entre ellas la ilusión de correr las 24 Horas de Le Mans), hoy, tras seis años de impasse, el polaco se ha vuelto a subir en un monoplaza. Así lo ha confirmado el periodista Roberto Chinchero, el cual ha informado de un test realizado con un monoplaza GP3, concretamente de Trident, en el Circuito de Franciacorta.
Allí, el ex-piloto de Fórmula 1 ha completado más de 70 vueltas, confirmando que ha tenido muy buenas sensaciones al volver a pilotar un open-wheel después de tanto tiempo, aunque obviamente un monoplaza de la GP3 no reporte las mismas sensaciones de velocidad que sí puede generar un LMP1, un coche del DTM o los World Rally Cars que ha pilotado durante los últimos años. Las declaraciones de Robert a Motorsport.it dejaban entrever su gran entusiasmo y la esperanza del propio piloto de regresar algún día a la Fórmula 1:
Estoy de vuelta en el agua en el que nadé durante tantos años y, debo de decir que la sensación es muy agradable. Confirmo que me sorprendió, porque después de tanto tiempo, la sensación con la pista y los sentimientos que recordaba volvieron a brotar inmediatamente. Sin desmerecer a los carrozados, para un piloto que vivió muchos años con estos coches, recuperar este sentimiento es muy grande.
En cuanto a su precipitada salida del equipo ByKolles, en Italia apuntan a que ha sido precipitada por la mala situación financiera de la formación dirigida por Colin Kolles. Las apreturas del presupuesto que maneja el equipo en la actualidad sólo podrían permitirles correr hasta las 6 Horas de Nürburgring y posiblemente se vean obligados a saltarse las pruebas que se disputan fuera de Europa.