Aunque parecía una unión con beneficios para ambos partes, parece evidente que la temporada del dúo formado por Robert Kubica y Williams Racing está lejos de desarrollarse en un clima positivo. Después de anunciar su marcha a final de temporada, el polaco afronta sus últimas carreras en la Fórmula 1 (al menos de momento) con la esperanza de lograr un buen resultado que le permita estar satisfecho después de un año repleto de problemas y falta de rendimiento.
Tan solo Hockenheim fue un pequeño claro en medio de la tormenta para los de Grove. Este fin de semana en Japón toco de nuevo capear el temporal, con un accidente en clasificación que incluso llegó a hacer peligrar la participación de Kubica en una carrera que se desarrollaba apenas tres horas más tarde. Entre los daños en el monoplaza de Robert no se encontraba el alerón experimental que había puesto a prueba durante los entrenamientos libres del viernes y que tan buenas sensaciones le había deparado al expiloto de Sauber y Lotus. El equipo lo decidió retirar sin avisarle al piloto.
El viernes fue muy bien, por primera vez en mucho tiempo. Cambiamos el alerón delantero. Se suponía que no iría mejor y en el segundo coche no daba ninguna ventaja o era aún peor. Pero mi coche iba mucho mejor. Sin embargo, por extrañas razones, el alerón fue retirado de mi coche por la mañana antes de la clasificación. Creo que hubo demasiado tiempo para pensarlo el sábado.
Kubica se quejaba de esta forma ante la televisión de su país (Eleven Sports Poland) de un trato desigual con su compañero de formación, George Russell, algo que ya ha dejado entrever en más de una ocasión en lo que llevamos de año. Sea como fuere, el ganador del Gran Premio de Canadá en 2008 ha sido una de las víctimas de la nefasta temporada de Williams, teniendo que esperar evoluciones e incluso no contando con un volante adaptado a sus necesidades físicas hasta bien avanzada la temporada.
El tifón pasó, pero creo que la decisión no estuvo relacionada con la pista, sino más bien con otras razones. Me dio mucho en qué pensar. Sabía algunas cosas, pero probablemente se traspasaron algunos límites.
Desde la estructura han apuntado a que nunca se tuvo en mente emplear esta configuración de alerón delantero en carrera y que se empleó en entrenamientos para probar sus prestaciones para futuras carreras. Kubica sentenciaba apuntando a que todavía restan 20 sesiones y que al menos ese movimiento le sirvió para ser consciente de más cosas: “así que esperemos que se resuelvan algunas cosas, aunque, como digo, esta madrugada antes de la calificación me fue muy revelador”.
Vía | Race Fans