El recién creado podcast de la Fórmula 1 no podía comenzar de mejor forma. Durante el último capítulo, Robert Kubica respondió como invitado y en él dejó el que sin duda era un secreto a voces: tenía contrato para pilotar con la Scuderia Ferrari a partir de la temporada 2012. El motivo por el que no llegamos a ver al piloto polaco vestido de rojo fue obviamente el accidente sufrido cuando pilotaba un Skoda Fabia S2000 dentro del Rallye Ronde di Andora 2011.
Concretamente Kubica estaba llamado a ser el compañero de Fernando Alonso esa temporada, ambos bajo las órdenes de Stefano Domenicali, muy consciente de que en el momento en el que llegara a Maranello iba a tener imposible el competir en rallyes, algo que le sucedió también a Kimi Räikkönen. En su caso, competía en esta disciplina no sólo por placer, sino por ser un piloto más completo, reconociendo incluso que estuvo a punto de no competir en la cita italiana pero que el compromiso al que había llegado con la formación DP Autosport que le había ofrecido dicha posibilidad de competir en la prueba sobre asfalto con un S2000. Su fortaleza mental lo llevó a convertirse en Campeón del Mundo del WRC2 sólo dos años más tarde,
El primer objetivo era ingresar en la Fórmula 1, el segundo debía ser mantenerse para tener una buena reputación. Es incluso más difícil que encontrar un volante. El tercero era ganar el título o convertirse en un piloto de Ferrari. No tenía título, pero casi me convertí en un piloto de dicho equipo. No estaba contento con ser lo bueno que era. Necesitaba más. Pensé que los rallies me darían eso. Y me lo dieron. El problema es que pagué un alto precio.
Si algo ha demostrado Kubica ha sido precisamente esa capacidad de levantarse una y otra vez de los problemas. Siete años después de su accidente no ha perdido la esperanza de regresar al Gran Circo, situación de la que estuvo muy cerca a finales de 2017, cuando junto a Sergey Sirotkin se convirtió en uno de los candidatos a sentarse en el Williams.
Mi recuperación fue tan difícil que no me dolió durante los primeros 18 meses. Estaba luchando para salir de este momento tumultuoso. Pero cuanto más tiempo pasó, más difícil se volvió porque la esperanza de que las cosas mejoraran se desvanece. Hubo momentos en que progresé muy claramente y otros en los que volvía atrás seis meses porque las operaciones no iban bien. Fue doloroso no estar en la Fórmula 1, pero fue aún más consciente de que debería haber estado en Ferrari.