El día de ayer, durante la primera fecha de la Nürburgring Langstrecken Series, el piloto Robert Wickens sufrió un fuerte accidente que llevó a temer por su integridad física debido a su condición. El canadiense, a bordo del Hyundai Elantra N TCR número 831, perdió el control del coche estrellándose contra una barrera de neumáticos, en el tramo conocido como Dottinger-Hohe, y posteriormente voló sobre una valla publicitaria. El personal médico que acudió a su rescate lo trasladó de emergencia hasta el hospital de Neuwied donde pasó la noche en la sala de observación.
En 2018, Wickens sufrió un grave accidente en el circuito de Pocono, cuando era piloto de la IndyCar, que le dejó parapléjico, pero ello no impidió que regresara a la competición. El año pasado ganó el título de la clase TCR de la Michelin Pilot Challenge, junto al piloto Harry Gottsacker en el equipo Bryan Herta Autosport, respaldado oficialmente por Hyundai. Wickens utiliza controles manuales para manipular el acelerador, el freno y el embrague, sistemas que se desactivan cuando entra en acción su compañero. A pesar de los inconvenientes sufridos en su fase de recuperación, Wickens sigue firme en su creencia de poder convertirse en el primer piloto con su discapacidad en competir en las 500 Millas de Indianápolis.
A través de sus redes sociales, el piloto comunicó a sus seguidores que está fuera de peligro. Agradeció por los mensajes de aliento recibidos y por la atención médica tanto del circuito como del hospital. Indicó que se siente bien y permanecerá en observación durante el resto del fin de semana, pero de igual manera una vez que reciba el alta médica se pondrá de nuevo al volante para retomar su rumbo y regresar a la planificación establecida para este año junto a Brian Herta Motorsport.
