Se plantean tres semanas y media hasta el próximo Gran Premio con una buena dosis de polémica en la Fórmula 1 para ayudar a cubrir la actualidad informativa. Una de las noticias más destacadas ha sido precisamente la confirmación de que el antiguo patrocinador de la escudería Williams, ROKiT, ha presentado una demanda en un tribunal de Florida con la que pretende obtener 149 millones de dólares (más o menos lo que actualmente es el techo presupuestario de un equipo de F1 para cada temporada) por parte del equipo británico como compensación de los daños producidos a la reputación de la compañía de productos electrónicos.
La situación evidentemente recuerda a lo sucedido entre HAAS y Rich Energy, con la firma de bebidas energéticas rompiendo el contrato con la estructura estadounidense debido a la falta de rendimiento del equipo. En el caso de ROKiT, solicitan dicha indemnización como forma de comenzar precisamente las “afirmaciones fraudulentas” que según su versión realizó Williams, apoyándose además en que la escudería prometió tener un monoplaza competitivo de cara a la temporada 2019, algo que no fue cumplido en gran parte por las dificultades financieras por las que atravesaba en esos momentos la formación fundada por Frank Williams.
Precisamente su hija Claire aparece como uno de los nombres en la demanda, además de los de Mike O’Driscoll (director ejecutivo) y Doug Lafferty (director financiero). La ascoación entre ROKiT y Williams apenas duró una temporada a pesar de que el acuerdo al que llegaron ambas partes en un inicio los ligaba a partir de 2019 y durante un periodo de al menos tres años. Dicho contrato se rompió después de que Williams alegara que se habían producido retrasos en los pagos relacionados con las tarifas de patrocinio, mientras que ROKiT apuntaba a que no había recibido los derechos contractuales después de la cancelación de los primeros Grandes Premios de 2020 después del estallido de la pandemia.
Cuando fue presentado el calendario ajustado a las nuevas circunstancias mundiales, ROKiT quiso revisar los términos del contrato y de las tarifas, sin embargo, Williams rompió de forma unilateral el acuerdo de patrocinio en el mes de mayo, antes de pasar a los nuevos propietarios ese mismo otoño de 2020. La primera disputa judicial que tuvieron ese mismo año fue ganada por Williams en el arbitraje, pero ahora, a raíz de nuevas evidencias, parece que la compañía telefónica insiste en la disputa legal.
«El juez no estaba al tanto de la ocultación fraudulenta de declaraciones de hechos materiales por parte de los demandados que se descubrieron solo después de la conclusión del arbitraje» y que ahora la compañía ROKiT «se enteró de que el automóvil nunca pudo funcionar según los estándares que los demandados habían garantizado a los demandantes, y que conocían este hecho y lo ocultaron”. Según ROKiT, Williams ocultó deliberadamente que no tenían el dinero suficiente para crear un monoplaza de Fórmula 1.
No me gustaría hacerlo, pero creemos que nos han perjudicado. La razón por la que hemos llegado a este punto es que el COVID golpeó y toda la temporada [2020] se canceló al principio. Es por eso que no les pagamos. Luego la temporada, si recuerdan, se reanudó, pero solo en un 50%. Así que ofrecimos el 50% por escrito. Se negaron y poco después cancelaron todo el contrato y nos demandaron por el monto total a pesar de que no estuvimos presentes en el coche. Recibí los correos electrónicos que decían que nos pagarían la mitad, luego cancelaron el contrato comunicándolo en Instagram, sin ni siquiera avisarnos – El cofundador de ROKiT, Jonathan Kendrick
