Todos los ojos centrados en lo que podría ocurrir este domingo en la Subida Internacional a Pikes Peak, especialmente en nombres destacados que no tenían por qué pelear por la victoria absoluta, como los de Dani sordo o Katherine Legge, dos pilotos destacados en sus respectivas disciplinas que en este caso buscaban experimentar la sensación de afrontar la ‘Carrera hacia las Nubes’. Sin embargo, en las quinielas el principal favorito no era otro que Romain Dumas, el cual ya avisaba en la previa con que esperaba que la Ford F-150 Lightning SuperTruck que pilotaba en esta ocasión esperaba que fuera incluso más rápida que la SuperVan que pilotó el año pasado.
Con la preocupación de las inclemencias meteorológicas que habían marcado especialmente la jornada del jueves, la acción este domingo disfrutó de unas condiciones de seco que permitió a los pilotos emplearse a fondo sin necesitar montar los neumáticos de lluvia. Dani Sordo fue uno de los primeros en salir entre los candidatos a las posiciones de honor, colocando desde muy pronto al Hyundai Ioniq 5 N Time Attack Spec al frente de la tabla de tiempos.
El 9:30 del registro conseguido por el de Torrelavega se mantuvo durante bastante tiempo en lo más alto de la clasificación, e incluso esa primea gran subida de Sordo compitiendo en la cita norteamericana fue claramente una buena ocasión al ver el tiempo realizado por su compañero de estructura, Randy Pobst, el cual con el mismo coche se quedó a casi 25 segundos de la intentona realizada por el piloto del WRC.
En el equipo Hyundai ha habido muchos cambios estos últimos días, especialmente si lo comparamos con los anuncios originales. Finalmente, el King of the Mountain, Robin Shute no ha competido con la unidad gemela a la que ha utilizado Sordo (decisiones personales, pero su tiempo estuvo en 9:52 en los test), mientras que sólo ha estado en carrera uno de los Hyundai Ioniq 5 N convencionales que optaban a la categoría de producción, el del también rookie Ron Zaras, por lo que las opciones de asaltar el récord se reducían al saber que Paul Dallenbach había sufrido un fortísimo accidente en los test de la semana pasada y las lesiones le impedían tomar parte de la carrera.
Con la salida de los primeros Open Wheel y coches de la categoría Unlimited el tiempo de Dani Sordo ni se inmutó, pero fue la llegada de los principales expertos en Subidas de Montaña al volante de maquinaria de primer nivel cuando irremediablemente el español fue perdiendo posiciones sabiendo que su coche no tenía apenas modificaciones en materia del tren motriz, y mucho menos para aumentar la potencia que entrega ya de por sí la bestia eléctrica de la firma coreana.
Primero el italiano Christian Merli, todo un experto en la montaña europea (Wolf Aurobay GB08 2.0 HP) superaba a Sordo, para inmediatamente llegar Romain Dumas a la cumbre a 4.302 metros de altitud para reclamar una nueva victoria para el automovilismo francés, bajando de los 9 minutos con un 8:53.553 que claramente se quedó muy lejos del 7:57.148 que logró en 2018 con el Volkswagen ID R Pikes Peak y que sigue siendo la plusmarca de la prueba en su versión totalmente asfaltada.
Tiempo discreto que se explica por el nefasto primer sector que realizó Romain Dumas con el prototipo de la pick-up eléctrica después de un fallo que le llevó a tener una marcha reducida durante los primeros kilómetros. Para muestra, su paso por la Section 1 es de 1:52.514, mientras que Sordo empleó 11 segundos menos y Merli casi una veintena más rápido por una de las partes más veloces y complicadas de la primera mitad de ascensión.
Quinta victoria de Romain Dumas (precisamente 10 años después de la primera, conseguido con una barqueta Norma), seguido en el podio 100% europeo por Merli y Sordo, lo que a buen seguro será una pequeña puñalada al corazón dentro del automovilismo norteamericano, especialmente sabiendo que tres pilotos del otro lado del charco han venido a conquistar su carrera más antigua.
Por su parte, Laura Hayes se llevó el triunfo entre los pocos participantes del GT4 Trophy, por delante en este caso del portugués Nuno Caetano, mientras que Cole Powelson se llevó la victoria entre los Open Wheel al volante del Sierra Alpha, cuarto por delante del LMP3 pilotado por Down Wickstrum que fue quinto, segundo Unlimited. David Donohue ganó en Time Attack con el Porsche 911 Turbo R, mientras que Katherine Legge fue quinta en la clase con el Acura Integra, un puesto por delante del Rivian R1T de Gardner Nichols que fue de las grandes excentricidades de la edición.