Al parecer, se han establecido conversaciones entre Romain Grosjean y Larry Foyt, director del equipo A.J. Foyt Enterprises en la IndyCar. Según se indica, Grosjean contrató al ex piloto Stefan Johansson, quien es el representante del campeón Scott Dixon, para que le ayude a buscar un asiento en la categoría norteamericana y los esfuerzos se orientan a conseguir el coche que dejó libre Charlie Kimball, para de esta forma acompañar a su compatriota Sébastien Bourdais y al canadiense Dalton Kellett.
Con la certeza de que no hay posibilidades de permanecer en la Fórmula 1 al finalizar el presente campeonato, Romain Grosjean deberá abandonar la categoría con once temporada a cuestas, hasta ahora con ninguna victoria y diez podios. En principio, el mismo piloto declaró que no estaba interesado en competir en la IndyCar porque no se sentía capacitado para afrontar las carreras en óvalos, pero tras observar el calendario de 2021, donde apenas cinco fechas serán en ese tipo de circuito, cambió de opinión.
A sus 34 años, y con pasantía por Renault, Lotus y Haas en la Fórmula 1, Grosjean es todo un veterano en cuanto a monoplazas, así que en teoría no debería tener problemas para adaptarse al chasis Dallara DW12. De formalizarse el movimiento, estaría acompañando al otro veterano piloto francés como lo es Sébastien Bourdais, quien a sus 41 años continúa demostrando que puede ser muy competitivo en la IndyCar. En este caso A.J. Foyt Enterprises estaría apoyándose en un par de pilotos curtidos para intentar cortar la racha sin victorias que acumulan desde que Takuma Sato ganó en Long Beach temporada 2013.
En palabras de Romain Grosjean:
No hay mayores noticias de mi parte en estos momentos. Con suerte, llegarán más temprano que tarde. La puerta de la Fórmula 1 parece cerrada, realmente mi objetivo principal ahora es estar en un lugar en el que pueda luchar por podios y victorias, porque eso es algo que no puedo disfrutar hoy en día.
Vía | Racer