¿Quién iba a decir que el piloto que sería suspendido por una carrera tras su peligrosa maniobra del Gran Premio de Bélgica de 2012 terminaría siendo el nuevo director de la asociación de pilotos? Así ha sido. Casi cinco años después de la carambola de Romain Grosjean en el Circuito de Spa-Francorchamps, el francés se ha redimido. Ahora es un piloto mucho más maduro, algo que obviamente han tenido en cuenta el resto de compañeros y rivales a la hora de considerarlo como el remplazo de Jenson Button al frente de la GPDA (Formula 1’s Grand Prix Drivers’ Association).
Con Jenson Button tomándose un ‘año sabático’ y únicamente disputando el Gran Premio de Mónaco en sustitución de Fernando Alonso que se irá a hacer las américas, no tenía sentido que el británico siguiera manteniendo su puesto como director, ajeno a los problemas diarios que puedan tener los pilotos del Mundial de Fórmula 1. Después de una votación celebrada durante el pasado Gran Premio de Rusia, se acordó que es el piloto de HAAS F1 Team el recambio más adecuado de Jenson después de su participación activa durante los últimos años en las reuniones de la GPDA.
Se espera que el francés, el director adjunto, Sebastian Vettel y el presidente de la asociación, Alex Wurz, tomen un papel más importante en la nueva relación con los propietarios de los derechos comerciales de la Fórmula 1, siempre con el objetivo de volver a atraer al público a las carreras y generar mayores audiencias, algo que por el momento la temporada 2017 parece estar cumpliendo.
