El pasado día 12 de septiembre, Ross Brawn desveló en una conferencia en Singapur un boceto de cómo se imagina Liberty que podrían ser los monoplazas de la Fórmula 1 de 2021, año para el que se plantea una revolución importante a nivel de normativas. Aunque a priori se esperaba que estos cambios pudieran incluir también nuevos motores, parece que por ahora los cambios estarán centrados en chasis, con la aerodinámica en el punto de mira. Esta tarde, el propio Brawn dio más detalles en Singapur sobre lo que se espera de los nuevos coches y el proceso que se está siguiendo para llegar a este punto. Adicionalmente, se presentaron dos otros bocetos que enseñan la mentalidad que está siguiendo la Fórmula 1.
Lo primero que contó Brawn es que a pesar de que estas imágenes resultan novedosas y sorprendentes, la mayoría de equipos y pilotos ya las habían visto y si no estas en concreto, distintas versiones de lo que Liberty y la FIA están preparando. Según Brawn, la estética es de gran importancia para la Fórmula 1 del futuro, aunque también la competición: «Queremos coches que los chavales quieran colgar en un póster en sus habitaciones. Pero queremos coches que sean mejores para competir. Hemos llegado a conceptos que mantendrían el 80% de su eficiencia aerodinámica detrás de otros monoplazas», explicaba el exdirector técnico de Mercedes y Ferrari sobre el gran problema de la F1, no poder seguir de cerca a los rivales.
Brawn explicó también que uno de los hombres más importantes en este proyecto que definirá el futuro de la Fórmula 1 es Nicholas Tombazis, viejo conocido de Brawn que actualmente está también en la FIA en posición de cabeza visible de los asuntos relacionados con monoplazas. Esto le va bien tanto a la FIA como a Liberty, ya que siempre según Brawn, el proyecto es un trabajo conjunto entre ambas partes. De hecho, cuentan incluso con el apoyo de los diez equipos, que por ahora intentan colaborar tanto como les sea posible. Brawn comentó que los equipos recibieron incentivos para ello: «Los equipos tienen un límite de horas en el túnel de viento pero la FIA les ha permitido horas extra para investigar este asunto, lo cual es un incentivo para ellos…» comentó.
Uno de los puntos más interesantes es que lo que las conclusiones a las que llegan los equipos son parecidas a las de la propia FIA, lo que muestra que el camino es el correcto. La decisión final tendría que llegar en poco más de un año: «Siendo realistas, finales de 2019 debe ser nuestro límite para tener las nuevas normativas, pero esto es cosa de la FIA». Uno de los puntos a tener en cuenta será también cerrar la normativa para que no haya puntos ambiguos que permitan que los equipos se salten las ‘normativas estéticas’. Lo que sí reconoció Brawn que era positivo era ver como los aficionados estaban respondiendo bien ante el caso que la Fórmula 1 empieza a hacer a quien sigue la competición.
¿Lo más extraño de la comparecencia de prensa de Brawn? El hecho que después de hablar sobre la importancia de hacer que los coches de Fórmula 1 fueran radicalmente rápidos… ahora se vuelva a pensar en bajar sus tiempos de forma dramática: «Los coches son impresionantes ahora, pero habrá que echarse para atrás. Tal y como evolucionan los equipos, los coches podrían llegar a ser demasiado rápidos. El próximo año se notará con los cambios de normativa que habrá. Luego en 2021, aún más. Pero los equipos encontrarán maneras de seguir mejorando, es la naturaleza de la Fórmula 1», concluyó. Lo que sí parece es que el DRS puede tenerlo bien para seguir, siempre que permita batallas y no adelantamientos fáciles.
