El equipo Roush Fenway Racing y su patrocinador Castrol informaron que el año pasado lograron compensar todas las emisiones de C02 hasta llegar a cero, logro certificado por el auditor independiente ERM CVS. Este precedente resulta muy importante de cara a la evolución de una categoría que aún se sustenta sobre motores V8 de 5,86 litros de cilindrada. Por su parte Steve Phelps, presidente de la NASCAR, además de celebrar este hecho, señaló que está considerando introducir la hibridación en los próximos años puesto que de lo contrario no habrá fabricantes interesados en ingresar.
Entre el 1 de enero de 2020 y el 31 de diciembre del mismo año Castrol implementó programas de compensación y reducción de carbono, tanto dentro como fuera de la pista, que aprobó el estándar PAS 2060. Se explicó que entre Roush Fenway y la petrolera administraron las emisiones de gases que causan el efecto invernadero al punto de rastrear, cuantificar y reducirlas hasta alcanzar el equilibrio mediante compensaciones de carbono de alta calidad.
Ciertamente, Roush Fenway produjo mucho CO2 a través del transporte que desplaza los coches por Estados Unidos, pero esa cantidad se contabilizó y mediante la aplicación de proyectos ecológicos en otros lugares se produjo ese cero neto. También se logró mediante iniciativas como reciclar el 90 por ciento de los coches, lo que incluye elementos como el aceite, los neumáticos, el aluminio y la fibra de carbono; enfocarse en la eficiencia energética para evitar generar más de 100 toneladas de C02 y cambiar toda la flota interna para que sea híbrida o eléctrica.
Como parte de esta campaña, el coche número 6 asignado a Ryan Newman será blanco con el número, logotipos y nombre Castrol en gris, en este caso el patrocinador se aparta del verde y rojo, que son sus colores corporativos. Señaló Steve Newmark, presidente de Roush Fenway Racing, que a través de su programa aspiran mostrar a otras empresas que es posible hacer algo por el medio ambiente y contra el cambio climático.
Vía | Roush Fenway Racing
