Aunque Kyle Larson lideró 269 vueltas, Ryan Blaney logró superarle a falta de ocho y se hizo inalcanzable para imponerse en la QuikTrip 500 disputada en el Atlanta Motor Speedway. Esta victoria de Blaney significó el triunfo de un sexto piloto distinto en lo que va de temporada en la NASCAR Cup Series. Todo parecía a disposición de Larson por el ritmo que mostró durante todo el recorrido, incluso ganó las dos primeras etapas con una cómoda ventaja de casi siete segundos, pero liderar tantas vueltas resultó contraproducente al final debido al desgaste que se produce al no ir a rebufo de algún otro coche, situación que aprovechó Larson para superarle con relativa facilidad en las vueltas cruciales.
Alex Bowman finalizó tercero. Denny Hamlin cuarto, y se mantiene como líder del campeonato a pesar de que todavía no ha ganado una fecha, en tanto Kyle Busch cerró los mejores cinco de la jornada. Tanto Blaney como Chase Elliott salieron muy atrás, pero paulatinamente fueron aproximándose al grupo que lideró Larson. Busch fue otro piloto que fue protagonista de la carrera porque en principio iba muy bien ubicado, fue tercero en la primera etapa, pero luego descendió hasta el séptimo y remontó hasta ubicarse cuarto en la segunda y posteriormente cayó hasta el puesto 20 debido a una penalización. Busch demostró tener el ritmo para ganar y al observar lo realizado por Blaney sin duda el piloto de Chip Ganassi Racing ha podido ir por la victoria.
En cuanto a Elliott, el campeón otra vez inició desde el fondo de la parrilla luego de que su Camaro no aprobó la inspección previa a la carrera. De nuevo demostró su velocidad y se abrió paso hasta ubicarse quinto en la primera etapa y estaba bien posicionado en la segunda, pero en la vuelta 220 su motor reventó. En esta ocasión también mostró disponer de un buen material para realizar una gran actuación y se repitió su mala fortuna. Austin Dillon, Chris Buescher, William Byron, Martin Truex Jr. y Kevin Harvick completaron los diez mejores. La próxima fecha es la semana que viene, la Food City Dirt Race en el circuito de Bristol, mismo que ha sido acondicionado con una superficie de tierra.
En palabras de Ryan Blaney:
Dios, tuvimos un gran coche todo el día. Nos tomó un poco de tiempo ponernos en marcha. Hicimos un cambio realmente bueno para apurarme donde lo necesitaba. Estoy feliz de que haya funcionado a nuestro favor que hubo un par de carreras largas al final que nos permitieron llegar a la delantera. Es bueno terminar así una carrera como esta, fue increíble.
Vía | NASCAR
