En Talladega siempre hay sorpresas e incógnitas a resolver a altas velocidades y NASCAR descifró su enigma del gran óvalo en una carrera para el recuerdo que tuvo alternativas a muchos niveles. Cualquier piloto podría haber ganado y varios integrantes del playoff aparecieron por las posiciones altas mediante distintos grupos pero el más pillo fue Ryan Blaney. El tercer piloto de Penske necesitaba el triunfo y lo consiguió esperando los accidentes ajenos y manteniéndose cerca de los líderes sin llegar a ser protagonista más allá de un trompo olvidable al comienzo cuando intentó correr con prisas, malas consejeras en un circuito de destrucción.
El cuarteto de Hendrick intentó mandar rápidamente con Chase Elliott y Alex Bowman al frente, pero los Ford no les dejaron la aparición de Brad Keselowski y Clint Bowyer. Los hermanos Busch fueron con aún más prisa y asaltaron las primeras posiciones junto a Austin Dillon y el grupo de Ford volvió a auparse poco a poco a la cabeza de carrera con la aparición de Ryan Blaney, Kevin Harvick, Joey Logano y Ricky Stenhouse Jr. El #12 fue líder hasta que perdió el control entrando en boxes, siendo penalizado por pasarse el límite de velocidad en su trompo.
Spencer Boyd se detuvo por un problema mecánico y causó la caution en el momento adecuado tras la parada del grupo de Aric Almirola, Ryan Newman y Keselowski, nuevos líderes. Newman lideró frente a los Busch, David Ragan y Keselowski y los Hendrick retomaron la cabeza con Elliott, aupado por Daniel Hemric, Kyle Larson, William Byron Bomwan y Jimmie Johnson. Byron, Bowman y Johnson se pusieron arriba pero los Ford tuvieron una última carta y Logano llegó a ponerse en paralelo con Byron, que le ganó el primer segmento al vigente campeón; les siguieron Bowman, Stenhouse y Keselowski.
Paul Menard se bajó del Wood Brothers con dolores en su cuello y le relevó el ex campeón de la Truck Series Matt Crafton, que tuvo que empezar su participación al día siguiente al suspenderse la carrera por lluvia. Keselowski tuvo que partir más tarde al no arrancar su coche y tomó la resalida en la cola. Blaney y Logano intentaron domar al 3-wide y Hemric, Ragan y Ty Dillon se colaron en la fila de nueve, que no duró mucho ante la aparición de Bowyer, Harvick y Daniel Suárez como buscalideratos por parte de Stewart-Haas. Pudo Logano mantenerse en cabeza junto a Boywer, Stenhouse y Elliott como principal representante de Chevrolet.
Otro grupo de Chevrolets se aupó a las primeras posiciones con Elliott, Bowman, Larson, Austin Dillon y Kurt Busch, a su vez contrarrestado por Keselowski, Logano, Stenhouse, Bowyer y Suárez. Necesitaban los pilotos parar en boxes y el grupo de Chevys fue el primero en la vuelta 90, seguido de los Toyota en la vuelta 91 y los Ford en la 94; Denny Hamlin y Martin Truex Jr. fueron penalizados por pasarse de velocidad en el pit lane. Logano y Bowyer pegaron un pequeño arreón y el #22 echó a Bowman cerca del final del segundo segmento, que venció Bowyer al esquivar el Big One seguido de Logano, Keselowski, Austin Dillon y Suárez.
Bowman fue el piloto más perjudicado por el accidente y quedó fuera de carrera junto a Johnson y Larson, trompeando Harvick para eludir el desastre y recibiendo daños Elliott, Kurt Busch, Ryan Preece y los doblados Hamlin y Truex. Bowyer, Keselowski, Byron y Blaney siguieron en las primeras posiciones y se formó un grupo de cabeza junto a Kyle Busch, Austin Dillon, Erik Jones y Harvick, roto por un choque de Darrell Wallace Jr. con Blake Jones que Parker Kligerman evitó por el amplio apron de la recta trasera. Stenhouse y Elliott se desdoblaron y Hamlin y Truex siguieron a una vuelta (sancionado el #19 por demasiados mecánicos en su parada).
Kyle Busch y Logano pelearon como líderes empujados por Suárez y Jones en una inversión de los apoyos de marca, aunque Almirola, Harvick y Stenhouse tardaron poco en formar el enésimo grupo de Mustangs detenido poco después por los restos del explotado neumático de Truex, cuya caution beneficiaba irónicamente a Hamlin para desdoblarse. Stenhouse no cambió ruedas y se situó primero frente a Kyle Busch y Logano, que le asaltaron entre dos filas. Bowyer trompeó de manera absurda en otra bandera amarilla fruto del nerviosismo que se relanzó a falta de 31 giros.
Byron, Kurt Busch, Chris Buescher, Kyle Busch y Stenhouse volvieron a liderar en otra fila individual y el de Roush se situó primero gracias al empujón de la segunda línea con los Ford de Almirola, Ragan y Logano. Llegó así un segundo Big One fruto del empujón de Kyle Busch, Buescher y Kurt Busch en efecto acordeón a Byron, líder de la línea interior que se fue contra Logano, Jones, Suárez, Menard y Preece; el mexicano trompeó solo poco después. Stenhouse, Ragan y Matt DiBenedetto formaron el grupo exterior y Kurt Busch, Buescher, Kyle Busch el interior, relanzando Kurt y el de Leavine Family primeros junto a Stenhouse, Ragan, Harvick y Hemric.
Kyle Busch cayó al séptimo lugar pero se reenganchó y se puso líder a falta de siete vueltas, con un hambriento trío comandado por Brendan Gaughan, Kurt Busch y Stenhouse que acabó causando otro Big One. Stenhouse se colocó junto a Kyle Busch y le echó con un roce en la entrada de la curva 3, yendo el Toyota hacia Brendan Gaughan y Keselowski. Kurt Busch y DiBenedetto no pudieron evitar a Gaughan, que hizo un backflip perfecto, y Buescher, Ragan, Hemric y Preece también impactaron en diversos costados de camino a la bandera roja.
Blaney y Almirola resalieron al frente en la resalida decisiva a dos vueltas y los Dillon siguieron inicialmente al Penske, relegados después por Almirola y Michael McDowell. Newman y Hamlin eran cuarto y quinto e hicieron un tándem en la recta trasera para pasar a Blaney, pero el #12 aguantó detrás del Roush y se coló por el interior del apron, pisando la línea de forma legal según NASCAR y ganando por siete milésimas. Hamlin, Almirola y McDowell completaron el top 5, Corey LaJoie sumó un excelente séptimo puesto y Elliott (8º), Logano (11º), Harvick (17º) y Kyle Busch (19º) fueron algunos de los pilotos de playoff que sobrevivieron a la carnicería.
In the blink of an eye, chaos ensued.
From every angle, the Big One took everyone’s breath away at @TalladegaSuperS. pic.twitter.com/V7nSYRqCSx
— NASCAR (@NASCAR) 15 de octubre de 2019