He tenido que frotarme los ojos más de una vez, e incluso he tenido que comprobar que no estábamos ante un vehículo perdido, una de esas bestias nonatas, que se quedaron por el camino en la historia de la competición. Pero lo cierto es que este Saab S9 no deja de ser una maravillosa visión alternativa de lo que podría haber sido un proyecto imperecedero, una especie de Audi 90 Quattro IMSA GTO con sabor sueco. La demostración perfecta de que la tecnología actual y el diseño 3D nos pueden llevar a disfrutar de maravillas que se encuentran encerradas en las mentes de unos pocos deseosas de salir.
¿Quién está entonces detrás de este Concept? Pues no hace mucho os hablamos de él cuando os contábamos el que será el próximo proyecto de Ken Block. Ese Ford Mustang Fox-Body que se iba convertir en un ‘Hoonifox’ era obra del artista 3D Ash Thorp, el mismo que se había encargado de diseñar el último batmóvil para el héroe enmascarado y toda una referencia en el mundo del arte y la fotografía digital. Ash no ha querido quedarse ahí, y además de sus distintos trabajos en videojuegos, películas y series, ha estado trabajando durante los últimos meses junto a su estudio (Matthew Bellamy se encargó del modelado y Larry Chen de las fotos del circuito para las imágenes que simulan acción en pista) en la creación de este Saab S9 sobre la base del modelo clásico de la firma escandinava, su afamado y a partes iguales deseado, el Saab 900 turbo.
La dinámica parece incluso sencilla, coges un coche clásico de finales de los ochenta o principios de los noventa, le das un lavado de cara, lo adaptas a una imagen de carreras y lo culminas con cuatro gotas de la estética IMSA y Grupo 5 que enamoraron a muchas generaciones. Y es a ese punto donde queríamos llegar. No hay nada en el diseño de este Concept Car que pueda desentonar y nos haga pensar que estamos únicamente frente a un arte digital que difícilmente llegará algún día los circuitos.
Carrocería de carbono ultraligera con pasos de rueda ultraensanchados para los nuevos neumáticos slicks, gran alerón más propio del concepto Grupo 5 que del IMSA, ventolines en todas las ruedas y a buen seguro una gran potencia que podría haber sido derivada a las cuatro ruedas si se hubiera seguido la filosofía Quattro de Audi. El grifo estampado en el capó en ese contraste blanco y negro que rodea todo el concepto es el último toque para el magnífico Saab S9, el cual en un principio se iba a llamar R900 aunque se decidió cambiar el nombre para evitar llevar a equívocos.
Este proyecto, como todos los proyectos de pasión, fue producto de largas horas, fines de semana, noches durante meses y meses. Es un trabajo de amor total y lo pasamos muy bien dándole vida. Para mí, he aprendido mucho sobre cómo impulsar la calidad de mis materiales, el procesamiento posterior, los sombreados, los renders y cómo iluminar y construir mejor los proyectos – Ash Thorp
Muchos a buen seguro habrán resultado un poco decepcionados al ver que simplemente estamos frente a un Concept Car en forma de arte digital que esperemos alguna compañía de videojuegos quiera al menos llevarlo a la pista, pero lo cierto es que me sigue pareciendo completamente asombroso y halagador que un grupo humano decida emplear sus horas libres en un proyecto que no está remunerado por la marca y que simplemente sirve para expresar su amor a un concepto, a un automóvil, a las carreras. Hubiera sido sin duda un digno sucesor a la historia de Saab en los rallyes y a sus apariciones en la Subida a Pikes Peak o en el Europeo de RallyCross.