Noche y día, cara y cruz, cal y arena, mucha arena en Baréin. Diferencias abrumadoras en las actuaciones de los pilotos españoles en el Gran Premio de Baréin, dónde los dos coches patrios se han beneficiado de la caída en desgracia de Mercedes y sus motores. Carlos Sainz ha sido segundo y hace soñar con una pelea por el título, parte de un doblete letal de Ferrari. Fernando Alonso (9º) se las tuvo con una máquina que desgastó mucho las gomas y puntuó por la caída en desgracia de una Red Bull inoperante desde el punto de vista mecánico.
Sainz partió de forma discreta pero alargó la frenada en la primera curva y se mantuvo tercero ante las apuradas de Lewis Hamilton y Sergio Pérez. Siguió en el mismo lugar el madrileño a pesar de que el heptacampeón le acosó inicialmente, uniéndose el mexicano después de rebasar a un Kevin Magnussen que se coló con una buena salida. Alonso pasó a un hundido Valtteri Bottas y a la vez fue relegado por George Russell y Pierre Gasly, yendo noveno sin alcanzar al AlphaTauri.
Dejó pasar Alonso a Esteban Ocon (sancionado por chocar con Mick Schumacher) y después entró en la vuelta 12, abriendo la ventana de paradas junto a Hamilton. La repetición de blandos no le funcionó y de hecho Ocon volvió a alcanzarle en pocos giros. Alonso acabó haciendo un plano y una salida de pista en la doble 9-10 y puso duros en la vuelta 26, cayendo de nuevo en el pelotón y luchando con Schumacher, Yuki Tsunoda y los Alfa Romeo.
Nada que ver con la comodidad de Sainz, en tercera posición y bien situado con detención para blandos en la vuelta 15 y medios en la 34. El madrileño siguió tercero y contuvo a Pérez a dos segundos, lejos de los 10 de distancia con Max Verstappen y de los más de 20 respecto a los Mercedes. Ocon y Tsunoda superaron a Alonso y el bicampeón abortó el plan a dos paradas para ir a tres con otro cambio a blandos en la vuelta 43.
Todo cambió con el incendio del coche de Gasly cuando iba octavo a falta de 11 giros. Alonso no pudo volver a parar con el coche de seguridad y Sainz se cubrió como casi toda la parrilla. El de Ferrari siguió a la dupla de cabeza y adelantó a un Verstappen que sufrió problemas mecánicos para cerrar el doblete de Ferrari. Por su parte el de Alpine se quitó de encima a un Schumacher que no paró bajo Safety Car y siguió igual hasta el final, subiendo de 11 a 9º por las roturas de los Red Bull. Sainz mantuvo la autocrítica y las felicitaciones al equipo.
Gran día para el equipo y los tifosi, empezar el año con un doblete muestra el esfuerzo de los últimos años: cabeza baja, callados y a trabajar. La primera oportunidad de demostrar nuestro potencial es un 1-2 que es muy grande, es un día para celebrar y tener en cuenta. No he estado cómodo durante el fin de semana, iba mirando más hacia atrás que adelante. Quiero encontrar las décimas que me faltan y así podré pelear por victorias.
Alonso se ha declarado mucho más inconformista pero se consuela con puntuar a falta de carreras venideras.
Entrar en los puntos es el objetivo en todas las carreras, en ese caso hemos cumplido aunque con dificultades. Tuvimos muchísima degradación y nos faltó ritmo en ciertas partes de la carrera. La lucha que tuvimos en el primer stint fue la guillotina para nosotros, porque paramos en la vuelta 11 y eso nos costó varias posiciones. Hemos puntuado y la semana que viene tendremos otra oportunidad de mejorar.
