No sabemos si es apropiado hablar de cuento de hadas, pero desde luego la carrera deportiva de Santino Ferrucci ha vivido un vuelco absoluto en los últimos doce meses. El estadounidense, que se encontraba a las puertas de la Fórmula 1 como piloto de desarrollo de Haas y participante en Fórmula 2, debió huir de Europa como consecuencia de un feo ‘affaire’ en el que se entremezclaban conductas antideportivas, actitudes racistas, conflictos de patrocinadores, denuncias… Y pese a todo, se ha recuperado.
Antes incluso de que concluyera la temporada 2018 Ferrucci encontró acomodo en Dale Coyne para el final de la campaña de IndyCar Series. Un undécimo puesto en la última cita en Sonoma indicó que quizá era el destino adecuado y el de italoamericano terminó cerrando un acuerdo con el mismo equipo para la actual temporada, sorprendiendo a propios y extraños este pasado domingo con una actuación destacada en las 500 Millas de Indianápolis.
Acabó séptimo, no sin antes dejar más de un adelantamiento notable y mostrar un ritmo envidiable. Se trata de su mejor resultado del año y le valió ser nombrado Rookie del Año ante el error de Marcus Ericsson en boxes y los abandonos de Colton Herta y Felix Rosenqvist, pero es que además se trata de su tercer ‘top ten’ en seis carreras, figurando por delante de su compañero Sébastien Bourdais en la clasificación general. ¿Habrá madurado defintivamente y seguirá el camino de los Alexander Rossi o Josef Newgarden, criados deportivamente en Europa y exitosos en su país de origen?
Foto | IndyCar Series