La IndyCar Series comenzó finalmente su temporada 2020 este fin de semana en el óvalo de Texas, después de que a mediados de marzo se cancelara la primera ronda en St Petersburg y se paralizara todo el automovilismo por la crisis del Coronavirus. Con un total de 24 inscritos y un formato comprimido, con una hora de entrenamientos libres, la sesión de clasificación y la carrera programada a 200 vueltas (aproximadamente 300 millas) todo en un mismo día. Además de suponer la vuelta de la categoría, este fin de semana también supuso el debut de Álex Palou en la máxima categoría de monoplazas estadounidense, así como del nuevo sistema de protección «aeroscreen».
Los problemas de goma en pista aparecieron desde los entrenamientos libres, con pilotos como el debutante Rinus VeeKay o más experimentados como Ryan Hunter-Reay o Ed Carpenter sufriendo problemas y golpeando los muros del circuito Texano. Pero sin duda el accidente más aparatoso tuvo lugar en la clasificación, cuando Takuma Sato entró demasiado alto en la primera curva en sus vueltas rápidas, entrando en la zona sin goma e impactando contra las protecciones fuertemente. Finalmente los mecánicos de Rahal Letterman Lanigan no pudieron pasar las inspecciones a tiempo pese a tener el coche listo y el japonés no pudo salir a la carrera.
Josef Newgarden, actual campeón de la categoría, consiguió la mejor media en la clasificación y se aseguró salir en primera posición para la carrera. Una sesión que estuvo dominada por tres pilotos, con Scott Dixon segundo y otro de los coches de Penske, el de Simon Pagenaud en tercer lugar. Fueron los únicos en conseguir vueltas superiores a 215 millas por hora de media y se postularon como los favoritos a lograr la victoria. Palou tuvo una sesión de menos a más, logrando una media de 213.8 en su segunda vuelta. Siendo una experiencia totalmente nueva para él, consiguió acabar en 16ª posición, aunque su última vuelta fue para entrar entre los 10 primeros.
Newgarden mantuvo el liderato en los primeros compases
Justo antes de que los coches salieran de la calle de boxes, comenzaron los primeros problemas. Hunter-Reay y Alexander Rossi tuvieron complicaciones para arrancar los coches y al tener que ser manipulados por los mecánicos, fueron penalizados con un Drive Through. Peor fortuna tuvo Graham Rahal, que tuvo que arrancar la carrera con una vuelta perdida, también por no poder arrancar a tiempo. Con el máximo permitido de vueltas con un mismo juego de neumáticos fijado a 35, Newgarden se mantuvo en cabeza hasta la vuelta 32, entrando y abriendo la ventana de paradas en la vuelta siguiente.
Rinus VeeKay sufrió un accidente en la curva 2, impactando contra el muro y cayendo hacia la parte interior del circuito. Desafortunadamente, Palou no pudo esquivarlo completamente y el holandés impactó contra el coche del español, dejándole fuera de carrera cuando rodaba entre los 15 primeros. Afortunadamente ambos pilotos pudieron salir por su propio pie. Hasta el momento, Palou estaba teniendo una buena jornada, aprendiendo en su primera experiencia en un óvalo. Por delante, Dixon se escapó en la primera posición, con Rosenqvist alcanzando y superando a Pagenaud antes de un periodo de caution por suciedad en la pista, mostrando que los Penske y los Ganassi estaban en una liga diferente al resto.
El neozelandés perdió posiciones con Newgarden y con su compañero de equipo en las paradas en boxes, aunque no tardó en volver a recuperar el liderato, adelantando a ambos por fuera en la entrada de la curva 1. Los Penske comenzaron a deshincharse un poco al final de las tandas largas y antes de una nueva ronda de paradas, Rosenqvist se colocó en segunda posición. Newgarden estaba perdiendo mucho ritmo y se vio superado por Pagenaud y sus dos perseguidores, Charlie Kimball y Zach Veach. Por delante el piloto sueco alcanzó a su compañero, que no podía doblar a Will Power, que venía de una mala parada que le hizo perder casi una vuelta.
Los Ganassi, un paso por delante
Con la carrera estabilizada, los Penske fueron los primeros en hacer la última ronda de paradas, gracias a la cual Newgarden recuperó la tercera posición. Rosenqvist era el único capaz de plantarle cara a Dixon, hasta que se encontró con trafico tras detenerse en boxes. Con un movimiento arriesgado por el exterior de las curvas 1-2 para no perder la estela de su compañero, perdió el control del Ganassi #10 e impactó contra las protecciones. Frustrado, se bajó del coche sin consecuencias, habiendo hecho una gestión muy inteligente de la carrera hasta el momento.
Scott Dixon se hizo cómodamente con la victoria en Texas habiéndose mostrado superior durante toda la carrera, llegando a liderar por más de 12 segundos en algunas ocasiones. Simon Pagenaud acabó en segunda posición, con Newgarden cerrando las tres primeras posiciones. Zach Veach terminó en cuarta posición, siendo el mejor de los Andretti, con Ed Carpenter justo detrás. Un sólido Conor Daly acabó con el único Carlin del fin de semana en sexta posición, saliendo 19º y remontando durante la carrera. Las 10 primeras posiciones las completaron Colton Herta, Ryan Hunter-Reay, Oliver Askew, que tras los abandonos de Palou y VeeKay concluyó como mejor rookie y Tony Kanaan. La IndyCar volverá el fin de semana del 4 de julio en el circuito rutero de Indianápolis, donde compartirán fin de semana con la Nascar.