La visita de la IndyCar Series al Texas Motor Speedway se saldó por tercera vez con victoria de Scott Dixon. El neozelandés de Ganassi se aprovechó de los problemas de neumáticos de los Penske para dominar la prueba disputada en la madrugada del sábado al domingo y conseguir así un triunfo que le sitúa como el tercer piloto con más victorias en la máxima categoría de los monoplazas estadounidenses, sólo por detrás de las dos grandes figuras, A.J. Foyt y Mario Andretti.
Penske dominó la sesión de clasificación, con pole de Josef Newgarden y sus compañeros Simon Pagenaud y Will Power a su estela, pero no hubo que esperar mucho una vez en carrera para darse cuenta de que el blistering iba a matar la velocidad de los monoplazas de Roger Penske. Y aprovechando esos problemas emergieron Scott Dixon, Alexander Rossi y Robert Wickens.
El rookie canadiense impresionó una vez en óvalos, pero terminó contra el muro tras perder el control de su monoplaza cuando doblaba a Ed Carpenter. Y ello no hizo sino allanar el camino a Scott Dixon hacia la bandera a cuadros, pues Alexander Rossi quedó encajonado en la parte final de la prueba por detrás de Simon Pagenaud, que rascó un segundo puesto en difíciles circunstancias para Penske.
El triunfo de Dixon se unió al accidente de Will Power con Zach Claman de Melo, que intentó un arriesgado exterior a varios coches cuando rodaba en posiciones brillantes para sus expectativas. Ello cede también el liderato de la IndyCar Series a Dixon, 23 puntos por delante de Rossi y 36 por delante del propio Power. Cuarto se sitúa Ryan Hunter-Reay tras finalizar quinto en Texas, por detrás de James Hinchcliffe.
Ahora la IndyCar Series se toma un merecido descanso hasta dentro de dos semanas en el precioso trazado de Road America.
Foto | IndyCar Series
