Tras formar parte de la tripulación del Cadillac DPi de Wayne Taylor Racing que ganó el pasado fin de semana las 24 Horas de Daytona, Scott Dixon afrontará ahora el reto de competir, junto a Jake Dennis y Rick Kelly, en las 12 Horas de Bathurst con el Aston Martin Vantage GT3 número 76 de R-Motorsport. Será la primera ocasión que Dixon participe en la carrera, toda una rareza tomando en cuenta que el piloto es oriundo de Nueva Zelanda e inició su larga trayectoria profesional en Australia.
Hablar de Scott Dixon es referirse a un piloto que ha sido campeón de la IndyCar en cinco ocasiones, se impuso en las 500 Millas de Indianápolis en el 2008, y además ganó tres ediciones de las 24 Horas de Daytona. El piloto de 39 años, que ha estado ligado a Chip Ganassi Racing desde el año 2003, está aprovechando que la estructura dejó de gestionar los Ford GT oficiales en la IMSA para aceptar las propuestas que le han hecho llegar desde varios equipos, sin descuidar su mayor compromiso que es la temporada de la IndyCar.
Esa disponibilidad para competir en coches deportivos le permitió asociarse a Ryan Briscoe, Kamui Kobayashi y Renger van der Zande en Wayne Taylor Racing. Así como ocurrió con el equipo norteamericano, los hermanos Rick y Todd Kelly contactaron a Dixon desde el año pasado para, en primera instancia, competir como wild card en el Supercars antes de ir a Bathurst, pero como no pudo ocurrir en el 2019, la propuesta quedó abierta y se materializará este año. En ambos casos, Dixon ha comunicado su intención de participar en Daytona y en Bathurst mientras sea requerido.
En sus inicios, Dixon llegó a ser el mejor piloto joven en Oceanía, en el año 1998, y justamente cuando todo apuntaba a que llegaría al V8 Supercars, decidió trasladarse a Estados Unidos. Apenas compitió en el turismo australiano en el 2010 como wild card en la Gold Coast 600 realizada en Surfers Paradise, con el equipo Kelly Racing y al volante de un Holden VE Commodore.
Como preparación previa a Bathurst, Dixon probó el Aston Martin Vantage GT3 en el circuito de Portimao a finales del año pasado. Allí indicó que el coche es más dócil que un Supercars porque tiene control de tracción y su aerodinámica es más eficiente, por tal razón estima que realizará una buena actuación en la carrera que se disputará este fin de semana.
En palabras de Scott Dixon:
El acuerdo para correr en Bathurst fue un poco extraño. Crecí en Nueva Zelanda, piloté en Australia y vi Bathurst desde que era niño. Siempre fue un sueño correr allí. Estuve en la carrera dos veces, pero como espectador. La primera vez tenía tal vez doce años y luego volví cuando tenía 17. Pero nunca tuve la oportunidad de pilotar. Ahora se me presenta y espero que sea algo que pueda hacer con más frecuencia en el futuro, tal vez incluso cada año.
Vía | Motorsport Total