Ya instalado en los Estados Unidos, Scott McLaughlin, tres veces campeón del Supercars australiano, enfrentará su prueba más complicada del año, el Gran Premio de San Petersburgo en la IndyCar. Debutar en tal escenario con Team Penske, en medio de la disputa por el título que mantienen Josef Newgarden y Scott Dixon, no parece la situación más reconfortante. De su actuación dependerá su futuro profesional ya que su intención es permanecer en suelo norteamericano.
Tras concluir la Bathurst 1000 el pasado fin de semana, McLaughlin se despidió de sus compañeros de DJR Team Penske, dejando entrever que su apuesta por incursionar en la IndyCar será exitosa. Sin embargo, desde el equipo no dan por hecho que el piloto neozelandés se una a Josef Newgarden, Simon Pagenaud y Will Power en el 2021, en una operación que tendría nuevamente a cuatro monoplazas Penske compitiendo a tiempo completo.
En sus declaraciones a la prensa, McLaughlin puntualizó que estaba completamente satisfecho por todos los éxitos que acumuló en el Supercars, pero que era el momento de terminar con este ciclo y abrir uno nuevo. En predios australianos tomaron sus palabras con ciertas reservas ya que de no convencer en la IndyCar, lo más probable es que el piloto regrese al Supercars porque no tiene una mejor opción.
Hay varios factores que pueden atentar contra los planes de McLaughlin, por una parte está la ansiedad de debutar en la última fecha del calendario en un circuito que representa un verdadero desafío por ser callejero. También atenta contra sus posibilidades la inactividad en cuanto a pilotar monoplazas y el hecho de representar al Supercars ya que se han generado muchas expectativas debido a sus credenciales.
Además está el hecho de que por más combativo que pretenda ser, deberá tener la precaución de no involucrarse directamente en la definición del titulo. Una maniobra que ponga en riesgo a Newgarden o a Dixon sentenciaría sus posibilidades de quedarse. El piloto está consciente de ello, pero también quiere demostrar que tiene lo necesario para competir contra los mejores de la categoría.
En palabras de Scott McLaughlin:
Ahora depende de mí y, en última instancia, de Roger Penske, quien armará el rompecabezas para el 2021, para que cada piloto sepa lo que le espera. Mucha gente, durante el pasado fin de semana, me preguntó cómo pensaba que me iría y para ser honesto no tengo ni idea. Voy a entrar a la pista con la mente y los ojos muy abiertos. Será una gran experiencia, no puedo esperar, cruzaré los dedos para que todo funcione.
Vía | Speedcafe
