De Sean Bratches se debe decir que desde su incorporación al canal ESPN en 1988, como ejecutivo del Departamento de Contabilidad, hasta su salida en 2015, como vicepresidente ejecutivo de Ventas y Marketing, con ESPN como parte de Disney Media Networks, el impacto mediático y financiero de la cadena televisiva dedicada totalmente al deporte ha sido más que impresionante. Ahora se enfrenta a un nuevo desafío y es casi seguro que la aplicación de su particular visión del negocio y los deportes facilite que la Fórmula 1 ascienda hasta un nivel superlativo.
Durante sus 27 años trabajando en ESPN, Bratches fue responsable de concebir y negociar los planes de distribución de la señal con las diversas empresas de televisión por cable y satelital, pronto se transformó en un fenómeno mediático mundial que ahora mismo cuenta con ocho canales enfocados en el deporte, cada uno con contenidos independientes y enfoques hacia públicos particulares. Además ESPN cuenta con una poderosa presencia en internet, incluso cuenta con aplicaciones para tablets y móviles, y hasta organiza y patrocina eventos deportivos a varios niveles.
Con todos estos antecedentes, lo más lógico es creer que Bratches acercará la Fórmula a todo tipo de público y se alejará un poco de la inclinación elitista que imprimió Bernie Ecclestone en los últimos años. La tarea para Bratches, ahora representante de Liberty Media, será interesante de evaluar porque su nuevo desafío será global. El consumidor de la Fórmula 1 es multicultural y tal vez algo contrario al arraigo norteamericano, pero sin duda Bratches conoce los métodos correctos para estructurar una Fórmula 1 más universal porque a decir verdad, la visión de Ecclestone, para con los medios emergentes y alternativos, siempre fue muy restringuida, situación contradictoria porque se supone que la Fórmula 1 es la categoría automovilística más avanzada del mundo por lo que resulta inconcebible que ni siquiera tenga una página decente en internet.