En su último intento, y con un promedio de 188.539 mph, el piloto francés pudo superar a Simon Pagenaud por 0.391 segundos para así anexarse la pole position en el óvalo de Phoenix. Aunque es su pole número 34 en la IndyCar, Bourdais no largaba primero desde Mid-Ohio 2014 y hay que remontarse hasta 2006 para hallar su última pole en un óvalo, la logró en Milwaukee, cuando la categoría era conocida como Champ Car.
Vencedor en San Petersburgo, Bourdais se muestra en plena forma al inicio de la actual temporada y lo más impactante de su caso es que tras lograr el mejor registro de la sesión no pudo ocultar su emoción por dejar atrás el trauma psicológico que le dejó el accidente en Indianápolis el año pasado. También declaró que el monoplaza proporcionado por Dale Coyne Racing y propulsado por Honda tiene un nivel tan bueno que es capaz de vencer a los Penske de Pagenaud y de Will Power, y ese factor le concede la confianza necesaria para correr al máximo.
Este segundo aire en la carrera de Bourdais, quien a sus 39 años todavía es capaz de exhibir un gran nivel competitivo en la IndyCar, lo convierte en una buena alternativa para incordiar entre los potenciales candidatos al título, que por lo regular son los pilotos de Penske, Ganassi y Andretti. Además, con su pole, Bourdais sigue escalando posiciones entre los históricos, pasó al séptimo lugar en la estadística general, dejando atrás las 33 de Dario Franchitti.
En palabras de Sébastien Bourdais:
Tengo que decirlo, cada vez que me meto en este coche pienso en cosas buenas porque está en grandes condiciones. Antes de clasificar sabía que tenía opciones de lograr el tercero o el cuarto lugar, no estaba confiado de ser el primero o el segundo, pero sí estaba seguro de lo que el coche era capaz de hacer. Durante varios momentos pensé en Indianápolis, eso se queda en el fondo de mi mente y debo pelear contra eso más que con el coche. Todo el esfuerzo valió la pena.
Vía | Racer
