Cuando un ePrix de Fórmula es cita doble normalmente venimos esperando a la disputa de la segunda carrera para lanzar una crónica. Pero el monumental calentón de Sébastien Buemi en el fin de semana donde se juega el título con Lucas di Grassi bien merece esta excepción. El suizo tuvo un sábado para olvidar en Montreal y vio cómo además Di Grassi lograba pole, victoria y liderato en el campeonato a falta de una sola carrera.
Buemi destrozó uno de sus monoplazas en la segunda sesión de libres tras un fuerte impacto contra el muro y aunque Renault e.dams logró ensamblar un coche nuevo y él se clasificó segundo tras su máximo rival, el cambio de una batería le obligó a salir 12º. Una vez en carrera logró alcanzar el cuarto puesto, pero si algo se recordará de esta jornada será su cabreo nada más bajarse del coche: primero la toma con una víctima inocente, António Felix da Costa, a quien confunde con su compañero Robin Frijns; luego discute con el neerlandés por un lance en la salida; y tras responder de malas maneras a un periodista se encara con Daniel Abt tras un encontronazo en boxes.
Lo más absurdo de la situación es que cuando todo el mundo esperaba una sanción a Sébastien Buemi por reincorporarse de forma peligrosa tras el cambio de coche, el suizo terminó siendo descalificado. Al reconstruir su coche deprisa y corriendo Renault e.dams no llegó a pesarlo. Y en las verificaciones postcarrera no alcanzó el peso mínimo. Ello implica que defender corona pasa por remontar 18 puntos a Lucas di Grassi en la última carrera del año, consecuencia directa de su ausencia en Nueva York por compromisos con Toyota en el WEC. ¿Volveremos a ver malas artes como en Londres 2016?
Te dejamos también el accidente en libres de Sébastien Buemi: