Apenas unos días después de hacer historia en el Catalunya Sébastien Loeb ha dado a conocer la primera parte de sus planes para la próxima temporada. El francés no renuncia al sueño de ganar el Dakar y pese a la retirada de Peugeot Sport como estructura oficial en la carrera se mantiene fiel a la marca de PSA: disputará la mítica prueba al volante de un Peugeot 3008 DKR privado, mantenido por PH Sport.
Loeb se convierte así en el único piloto de la marca del león que decide conservar idéntica montura a las de las últimas ediciones y se enfrentará a sus antiguos compañeros, Carlos Sainz, Stéphane Peterhansel y Cyril Despres, todos ellos al volante de buggies MINI de X-Raid. Para cumplir con la última reglamentación técnica, Loeb pilotará un 3008 DKR de 2017. Él mismo explica que “no podíamos ir con el 3008 DKR Maxi ancho de este año debido a las últimas normativas, así que vamos con el de 2,20 metros de ancho del año anterior quizá con algunas pequeñas evoluciones de motor similares a las de 2018”.
Esta decisión complica su participación en el Rallye Monte-Carlo, que se disputa inmediatamente después de la conclusión del Dakar, pisándose probablemente las jornadas de reconocimiento con las últimas etapas en tierras peruanas, pero no por ello obliga a descartar su participación en un tercer Citroën C3 WRC durante el próximo Mundial de Rallyes.
Foto | Red Bull Content Pool