Tan sólo les ha durado cinco kilómetros a Sébastien Loeb su posición abriendo pista. La difícil zona de dunas con la que se abría la jornada ha sido prácticamente una carnicería, en el caso del nueve veces Campeón del Mundo de Rallyes y de su copiloto, Daniel Elena, también ha supuesto el principio del fin para la esperanzas de ambos de conseguir sumar el triunfo en el Dakar a sus respectivos palmarés.
El alsaciano, al igual que Carlos Sainz, se quedaba enganchado en una arena que de nuevo estaba muy blanda. En el caso del francés, caía en un agujero no muy profundo del que no podría salir sin la ayuda de los camiones. Cyril Despres, que salía tras ellos lo intentaría, pero ni siquiera la potencia del buggy podría hacer nada debido a que el 3008 DKR Maxi de Loeb y Elena no tenía una base de arena lo suficientemente consistente para apoyarse.
Tras más de dos horas y 45 minutos, la pareja del Peugeot #306 llegaba a la primera meta intermedia en el kilómetro 50, allí, Sébastien Loeb confirmaba que Daniel Elena había sufrido un fuerte golpe en la caída al agujero y que se encontraba con muchos dolores. Según el piloto, a cada maniobra, incluso a baja velocidad, el monegasco no podía reprimir los gritos de dolor debido a una contusión en la zona del coxis. Imposible seguir así, por lo que la organización confirmaba el abandono de Sébastien Loeb y Elena.
La arena era súper blanda. Encallamos una vez, logramos salir. En otra zona llegamos a una cresta donde había otro coche bloqueado. Seguíamos a Nasser, que pasó, así que fuimos también, pero no vi que detrás de la cresta había un agujero. Y Bam, caímos de golpe en el agujero. Pasamos a esperar que un camión nos sacara. El estado de ánimo ahora mismo es de … Y Bam. Lo que importa ahora mismo saber cómo está mi copiloto, rodamos al ralentí y a 30 por hora grita en el coche. Le duele, vamos a ver qué tiene.
