El pasado miércoles, Thierry Neuville anunciaba su decisión de renovar su acuerdo con Hyundai Motorsport durante las tres próximas campañas. El piloto belga era de esta forma el encargado de inaugurar el mercado de fichajes de cara a la temporada 2019, mercado del que por ahora no se conoce qué ocurrirá con Kris Meeke tras su salida de Citroën Racing antes del Rally de Cerdeña. Desde la estructura de los dos chevrones se trabaja para tratar de atar refuerzos de cara a la próxima campaña, la misma que según el plan de los franceses sería en la que lucharían por los títulos.
Esos refuerzos tienen nombre y apellidos, especialmente en el caso del más deseado, Sébastien Ogier, el cual anunciaba hace unas semanas que el próximo será su último contrato en el Mundial de Rallyes, descartando así una retirada a final de 2018. Con Hyundai Motorsport y Toyota GAZOO Racing teniendo a sus dos estrellas atadas para la campaña próxima (incluso podríamos decir que los escuderos también lo están a la espera de que Jari-Matti Latvala anuncie su continuidad con los de Tommi Mäkinen), el pentacampeón Mundial y actualmente tercero en la general tiene sobre la mesa las opciones de mantenerse en M-Sport o de regresar a Citroën, marca con la que ganó el Mundial Júnior y que le daría la posibilidad empezar a competir al volante de un World Rally Car.
Las últimas informaciones provenientes de Reino Unido, concretamente a través de Autosport, apuntan a que sería precisamente la formación de Versalles la elegida por el actual piloto de M-Sport, un cambio que debería ser anunciado antes de final de mes, entre la disputa del Rally de Gales y el debut de Sébastien en el DTM. Desde el medio británico apuntan a que el nuevo contrato con Citroën Racing, además de muy bien remunerado, también le ataría profesionalmente durante los tres próximos años, los tres últimos de Ogier en el WRC y si consigue el sexto título en 2018 se abriría incluso la opción de igualar a Loeb antes de retirarse.
De confirmarse, estamos hablando de un gran reto para Ogier, el cual buscaría el conseguir ser Campeón del Mundo de Rallyes con tres equipos oficiales distintos, algo que por ahora sólo consiguió Juha Kankkunen, con Peugeot, Lancia y Toyota. Para Citroën por su parte sería la oportunidad perfecta para volver a la senda de la victoria después de dos temporadas en los que han estado prácticamente sin rumbo. El triunfo cosechado por Meeke en el Rally de Catalunya de 2017 sigue siendo el último gran éxito de la marca en el Mundial, algo de lo que en pocas semanas habrá transcurrido un año. Por su parte, el último título para el equipo fue el logrado junto a Loeb en 2012. Una sequía que ya es demasiado larga.
Vía | Autosport.com
