Primera muesca en este 2021. Sébastien Ogier volvió a celebrar una vez más la victoria en el Rallye de Monte-Carlo, la octava, quizás con una sonrisa algo más amplia que la que sí le pudimos ver en Monza o México el año pasado a pesar de estar en este caso oculta por la máscara. Era su triunfo número 50 en el Mundial de Rallyes precisamente en el año en el que se despedirá a tiempo completo del mismo, con la meta en el horizonte de seguir compitiendo y buscando nuevos retos.
Sin embargo, el francés, que persigue junto a Julien Ingrassia su octavo entorchado intercontinental no descarta que en el futuro siga un camino similar al de su antiguo compañero en Citroën Racing, Sébastien Loeb. Al de Gap nunca le ha importado la comparación directa con el alsaciano, por lo que él también ha dejado entrever que cuando se llegue al final de la temporada 2021 no le importaría realizar alguna prueba suelta en la disciplina, todavía sin concretar si sería también en el WRC o si se decantaría por hacerlo en eventos seleccionados a nivel nacional o regional.
Con la situación global, no parecía correcto dar saltos. Así que me decidí por un año más. Pero no voy a cambiar de opinión: este año es el último del campeonato mundial de rallyes, o al menos el último a tiempo completo. No quiero volver a decir nunca más, porque no quiero limitarme, podría pasar que vuelva a hacer algunos rallyes, pero sí, este será el último año completo, definitivamente – Sébastien Ogier
¿Y después qué? Cuando vimos hace unos años a Ogier compitiendo con un Mercedes-AMG C63 en el DTM tal vez nos podríamos haber imaginado al galo haciendo una temporada completa en el campeonato germano de turismos, sin embargo, con el cambio de realidad para las series, ahora convertidas en una competición de GT3 y sin apoyo directo de los fabricantes, esto parece quedarse en una opción menos atractiva frente a otras.
El sueño de Ogier siempre fue el de competir en Le Mans y en el pasado ya se ha hablado de que algunos fabricantes lo han tentado. Primero fue Ford, con la que mantuvo conversaciones cuando en 2017 Sébastien fichó para la estructura de Malcolm Wilson. La opción de competir con un Ford GT LM GTE estuvo sobre la mesa, aunque finalmente nunca se llegó a concretar. Tras ello, en Citroën lo trataron de retener a finales de 2019 dentro del equipo prometiéndole un hueco en el regreso de Peugeot al WEC, sin embargo, desde el propio fabricante francés reconocieron que era difícil tentarle cuando en Toyota GAZOO Racing podía conseguir lo mismo, con un coche competitivo en el WRC e incluso con la participación en las 24 Horas de Le Mans antes.
Precisamente el equipo nipón podría ser la puerta para cumplir con esta aventura: “Me gustan las carreras, y creo que no es ningún secreto que me ha interesado lo que Toyota ha estado haciendo en la pista, en el Campeonato Mundial de Resistencia. Me encantaría seguir involucrado con Toyota, tal vez probar el coche y ver qué es posible«. Parece evidente que antes o después veremos a Ogier sobre el Toyota GR050 Hybrid LMH, seguramente haciendo una toma de contacto una vez que el coche ya haya debutado.
A partir de ahí, todo parece ligarle al Extreme E ya en la segunda temporada del campeonato de SUV eléctricos. El francés fue el primer embajador confirmado y como amante de la montaña (fue monitor de esquí antes de dedicarse a los rallyes), ve con preocupación la falta de nieve de cada invierno. Con Sainz, Loeb, Sarrazin, Button, Timmy Hansen, Ekström o Kristoffersson ya confirmados para 2021, no será de extrañar que terminemos viéndole desembarcar en las series: “Vengo de la montaña, un lugar que amo, y cada año veo que hay menos nieve. Así que creo que, si puedes, tienes que intentar encontrar una mejor manera. Todas las energías alternativas son interesantes. Es una pena que los rallyes estén un poco atrasados en este aspecto en comparación con otros deportes de motor”.
Vía | Motorsport Magazine
