El cuatro veces Campeón del Mundo de Rallyes está muy cerca de formar parte de un club muy exclusivo entre los pilotos del WRC, aquellos que han tenido el privilegio de haberse puesto al volante de un monoplaza de Fórmula 1. No es nuevo. Desde que competía dentro del equipo Volkswagen, Sébastien Ogier ya dejó en más de una ocasión clara su intención de probar uno de los vehículos de la categoría reina, e incluso se le vio junto a Sebastian Vettel en el Gran Premio de Mónaco de 2013.
Muchos se creyeron el presunto interés por parte de Toto Wolff en el piloto francés durante la última edición de la Gala de la FIA. Nico Rosberg acababa de anunciar su retirada y Mercedes AMG F1 debía buscar un compañero de equipo para Lewis Hamilton. Obviamente no fue más que una broma, sin embargo, Ogier volvía a aprovechar para dejar ver su interés por probar un Fórmula 1, algo que en el pasado han hecho otros pilotos del WRC como Mikko Hirvonen, Carlos Sainz, Dani Sordo, Colin McRae, Tommi Mäkinen o Sébastien Loeb.
Obviamente el test del alsaciano con Red Bull Racing fue un paso más allá, e incluso se dice que llegó a estar muy cerca la posibilidad de ver al nueve veces Campeón del WRC disputar un Gran Premio sentado al volante de uno de los monoplazas de los austriacos (la FIA no quiso otorgarle la Superlicencia). Casi una década después, Ogier tomará el testigo de su tocayo y se sentará la próxima semana en uno de los monoplazas del equipo dirigido por Christian Horner para rodar en el antiguo A1 Ring.
Vía | Rallye-Magazin
