Tiene su octavo título más que encaminado después de lo sucedido en las últimas cuatro fechas del mundial, sin embargo, Sébastien Ogier ha defendido en más de una ocasión que no pretende dilatar aún más su carrera a tiempo completo en el WRC en la búsqueda del noveno entorchado que le permitiría igualar la marca de su compatriota, Sébastien Loeb. El piloto francés tiene por delante apenas cinco fechas, cuatro en el caso de que finalmente Japón corra la misma suerte que otras citas internacionales en el continente asiático, con una renta que le permite afrontar con cierta tranquilidad cualquier tipo de adversidad que se pueda presentar en las próximas pruebas.
La clasificación no miente y ya son 37 puntos los que está por delante de su compañero de equipo Elfyn Evans y 52 respecto al primer no Toyota, Thierry Neuville, mientras que dobla la puntuación obtenida hasta el momento por Ott Tänak. Llegados a este punto y con el objetivo de no perjudicar a su equipo, Toyota GAZOO Racing, la llegada del mes de agosto promete ser crucial a la hora de elegir su destino y su posible programa para 2022. Ya sabemos que entre sus planes están los de participar en el Rallye Monte-Carlo, el cual abandona la sede de Gap para mudarse a la Costa Azul, concretamente al Principado de Mónaco, por lo que el piloto galo no se podrá despedir en caso de que esta fuera a ser la última presencia en la cita.
Además de su posible participación en Le Mans, Ogier ya ha deslizado en más de una ocasión que le gustaría estar en el Extreme E a través de su propia estructura, campeonato en el que además fue uno de los primeros embajadores anunciados. Con todo ello, Seb no se ha cerrado ninguna puerta, e incluso desde Toyota ya han confirmado que formará parte del proceso de desarrollo del GR Yaris Rally1 para 2022, algo que difícilmente los equipos suelen dejar hacer a los pilotos sin contrato por miedo a que se lleven algunos secretos a la competencia.
En algún momento, creo que probaré el coche, tanto para verlo primero como para tratar de ayudar con mi experiencia al equipo, porque mi plan es permanecer en este equipo. Por supuesto que me siento bien con Toyota y, haga lo que haga el año que viene, todavía quiero ayudarlos tanto como pueda. El equipo está trabajando duro en este momento, y, en algún momento, seguro que lo conduciré, pero no hay ningún momento en el calendario al respecto. Si estoy en lo cierto, creo que solo Juho Hänninen ha conducido este coche. Hay mucho trabajo por hacer con esta nueva tecnología y creo que aún serán seis meses ocupados para que el equipo esté listo para esta próxima temporada – Sébastien Ogier
En cuanto al test del Toyota GR010 Hybrid LMH, por el momento no hay confirmación acerca de la fecha, pero se espera que este mismo año tenga la oportunidad de sentarse en el Hypercar. Ya el verano pasado hizo trabajos en el simulador del equipo en Colonia, por lo que ya tiene ese pequeño trabajo previo de adaptación. En estos momentos, quedaría por ver cómo sería un posible encaje de Ogier dentro del equipo, teniendo en cuenta especialmente que los dos tríos que compiten actualmente en el WEC están ya muy bien compenetrados y que la última llegada fue en el coche número ocho, en el que Brendon Hartley reemplazó la vacante dejada por Fernando Alonso.
De confirmarse su oportunidad en las 24 Horas de Le Mans se sucedería un hecho que no ha sido tan habitual en la historia del automovilismo, el de que un campeón del WRC se dejara ver en la clásica francesa. Loeb compitió con Pescarolo en dos ediciones, además de probar para el equipo Peugeot junto a Kimi Räikkönen, Carlos Sainz también pudo testar el Toyota GT-One, mientras que Colin McRae compitió con el Ferrari 550M GT1 de Prodrive en la edición de 2004. En el caso de Ogier, ya hubo opciones de competir con Ford y con Peugeot